En este proceso electoral para la Iglesia católica es muy importante su contribución para cuestionar cómo resolver los problemas de México, atender el dolor de los pobres y ayudar a quien gane para que no caiga en la tentación de la autorreferencialidad, la vanidad, la corrupción y la prepotencia, dijo el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el cardenal Francisco Robles Ortega.

Llamó a los obispos a fomentar la participación ciudadana y sus valores. Y ante las recurrentes acusaciones sobre que la Iglesia se mete en la política, dijo que como pastores no debemos inducir el voto hacia partido o candidato alguno. Sin embargo, debemos anunciar con valor el evangelio y los valores esenciales que la verdad del hombre revelada en Cristo nos comunica.

En la inauguración de la 105 Asamblea Plenaria de la CEM, exhortó a que se siga difundiendo el documento Participar para transformar. Mensaje de los obispos mexicanos con motivo del proceso electoral 2018.

Expuso que actualmente existe aún una cierta perplejidad entre los fieles respecto de qué hacer al enfrentar el desafío de la boleta electoral. Señaló que en las más recientes encuestas la cantidad de indecisos aún es considerable y muy posiblemente una porción importante de ellos está integrada por fieles católicos.

Se refirió también a los jóvenes, dijo que su anhelo de participar en el próximo proceso es muy alto y tienen esperanza. Resaltó el desafío que enfrentan ante ellos y pidió construir caminos para que crezcan y avancen.

Puentes, no muros

Finalmente, mencionó el desafío migratorio y el riesgo de tener una frontera semi-militarizada. La presencia de fuerzas militares apoyando a las autoridades migratorias estadunidenses ya son parte de un muro que se está construyendo. Un muro político y militar, indigno.

Robles Ortega exhortó a encontrar estrategias para la construcción de puentes entre las iglesias particulares de los Estados Unidos y de México. “Hace falta una voz unida, ‘en puente’, que resuene fuerte” en ambas naciones.