Es insuficiente que la Secretaría de Marina (Semar) haya reconocido que disparos de sus efectivos causaron la muerte de integrantes de una familia que hace un par de semanas viajaba en automóvil en una carretera de Nuevo Laredo, Tamaulipas, aseveró el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez.

Si bien es importante que la Armada haya aceptado la responsabilidad de sus elementos, el ombudsman enfatizó que se debe seguir una estrategia para analizar la reparación integral del daño, llegar a la verdad de los hechos y sancionar a los responsables.

En entrevista, luego de la presentación del estudio Protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, dijo que la CNDH seguirá investigando las violaciones a las garantías en ese caso.

Hace dos semanas, elementos de la Semar fueron emboscados por presuntos integrantes del crimen organizado en Nuevo Laredo, lo que desencadenó un enfrentamiento armado. Una familia que pasaba por el lugar fue víctima de los disparos de los marinos, provocando que dos niñas y su madre perdieran la vida y el padre quedara gravemente herido. En principio la Armada no informó sobre el incidente, pero cuando el hecho trascendió en medios, lo justificó al asegurar que habían sido víctimas del fuego cruzado.

Sin embargo, el viernes pasado la Procuraduría General de la República informó que sus peritajes concluyeron que una mujer y sus dos hijas fallecieron por proyectiles disparados desde un helicóptero de la Marina, como en principio habían denunciado los familiares de las víctimas, lo que orilló a la dependencia armada a aceptar los hechos.

González Pérez subrayó que es necesario fincar las responsabilidades y sanciones. No estoy diciendo que (sea un homicidio) doloso ni culposo; hay que investigar, y sobre todo que nos sirva como garantía de que no habrá repetición.

Tamibén recordó que desde que se tuvo conocimiento de los hechos, el organismo a su cargo inició un expediente de oficio.