El Instituto Nacional Electoral (INE) prevé la fiscalización durante los próximos meses de 13 mil millones de pesos de gastos de partidos y la recepción de 30 mil informes de ingreso y egresos. Cada peso invertido en las campañas debe ser reportado. Ese es el reto: (ahora hay) más cargos en disputa, más dinero invertido en la política, más candidatos que nunca antes y todo deberá fiscalizarse en menos de 40 días, sostuvo el consejero presidente del organismo, Lorenzo Córdova Vianello.

El funcionario reconoció: Ciertamente, la fiscalización no puede eliminar el peso relativo de la economía informal en nuestro país y, en consecuencia, la gran cantidad de recursos en efectivo que fluyen en la vida cotidiana, incluidas las campañas, pero sí puede contribuir a que nadie obtenga el poder político con base en dinero irregular.

Durante la ceremonia inaugural del curso presencial Actualización en materia electoral sobre fiscalización y sus consecuencias, organizado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y el INE, la magistrada presidenta del primero, Janine Otálora Malassis, señaló que la tarea de investigación de las irregularidades financieras, desvíos de recursos o financiamiento ilegal suele ser extremadamente compleja y requiere de conocimientos especializados e interdisciplinarios para darle seguimiento.

Tras destacar la importancia de la colaboración entre el INE y el TEPJF para abordar el problema de la fiscalización, Otálora aseveró que en los procesos electorales de 2015 y 2016 el tribunal resolvió más de 400 asuntos relativos a los gastos de precampaña y de campaña. La concurrencia de las elecciones federales y locales de este año apunta a que este número será mucho mayor.

Córdova señaló que los 13 mil millones de pesos son en su mayor parte de origen público, pero provienen también de recaudación privada de partidos y candidatos. Subrayó que las adecuaciones al sistema electoral, que permitieron el financiamiento más homogéneo, hicieron posible mejorar las condiciones de competitividad entre partidos, reducido el margen de la victoria entre primero y segundo lugares y ha provocado que el periodo entre 2015 y 2017 sea el lapso trianual de mayor alternancia en la historia del país.

Destacó que el nuevo modelo de fiscalización es más robusto, pues obliga al registro de operaciones de forma casi cotidiana y el reporte de ingreso-gasto. La experiencia reciente ha permitido al INE ampliar el rastreo de dinero invertido en la política mediante, entre otras, empresas fantasmas, así como la adecuación de las herramientas informáticas y los enfoques de auditoría que utilizamos en la fiscalización, cada vez más centrados en la generación de modelos de riesgo, y no sólo en la revisión contable de lo que los partidos y candidatos reportan.

El consejero señaló que por las dimensiones de los montos a fiscalizar será una operación muy compleja, que involucrará la revisión de las miles de operaciones contables reportadas y desarrollar el análisis financiero a partir de nuevos enfoques de auditoría.

El presidente de la Comisión de Fiscalización del INE, Ciro Murayama, destacó que esta tarea fiscalizadora ya se inició en la precampaña, que incluyó a 8 mil 101 precandidatos, tanto a escalas local como federal, más la fiscalización de la búsqueda de apoyo ciudadano de 287 aspirantes a escala federal y mil 208 en el ámbito local. Esto da un total de mil 495 aspirantes, que sumados a los precandidatos arrojan la suma de 9 mil 596 sujetos fiscalizados por el INE en los meses recientes.