Washington.

Estados Unidos, México y Canadá están bastante cerca de completar el proceso de modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), afirmó ayer el presidente estadunidense, Donald Trump.

Estamos bastante cerca (de completar) el TLCAN. Tenemos una oportunidad de lograr un acuerdo, subrayó en un intercambio con reporteros previo a una reunión con miembros de su gabinete.

Reiteró, sin embargo, que si no logramos el convenio apropiado, vamos a terminar con el TLCAN.

El tratado está siendo renegociado desde agosto bajo presión de Trump. El mandatario estadunidense afirma que el pacto, que data de 1994, ha sido perjudicial para su país, en especial por la pérdida de empleos industriales y el déficit que tiene su balanza comercial con sus socios, y ha amenazado desde el principio con abandonarlo si considera que el resultado de las pláticas no es favorable para su nación.

Canadá, Estados Unidos y México celebraron la semana pasada en Washington un encuentro ministerial después de que los tres países han sostenido siete rondas formales de negociaciones para modernizar el acuerdo.

El TLCAN fue un acuerdo horrible, lo estamos renegociando, vamos a ver qué pasa, apuntó Trump, quien también habló de sus relaciones comerciales con China y Corea del Sur.

Calificó a los granjeros estadunidenses de patriotas, luego de que China amenazó con imponer aranceles a productos exportados por estados agrícolas que votaron por Trump en 2011.

Resurge el tema de los sueldos

En tanto, el tema de los salarios volvió a introducirse en la renegociación del TLCAN, aun cuando el gobierno mexicano lo ha rechazado de manera persistente, pese a la insistencia que Canadá y Estados Unidos llegaron a mostrar al respecto.

Casi ocho meses después de que se inició la renegociación, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, reveló ayer que Estados Unidos está dispuesto a modificar su exigencia de elevar a 85 por ciento el contenido regional y a 50 por ciento el contenido estadunidense en la industria automotriz, uno de los principales capítulos que han atorado el proceso, a cambio de crear una zona de alto salario, de 15 dólares por hora.

Para México eso resulta aspiracional e inalcanzable a corto plazo, pero es una propuesta más moderada que la de las reglas de origen de Estados Unidos y que ahora está dispuesto a cambiar, ponderó el funcionario en una entrevista por televisión que concedió ayer.

A una cotización actual de 18.65 pesos por dólar, dicho salario sería equivalente a 279.75 pesos por hora y a 2 mil 238 pesos en una jornada de ocho horas, es decir, 25.3 veces más de los 88.36 del sueldo mínimo de México. Si dicha zona sólo se refiere a la industria automotriz, la propuesta de 15 dólares cuadriplicaría el salario de 3.4 dólares por hora que tienen los trabajadores mexicanos del sector, pero quedaría muy por abajo de los 40 que ganan sus homólogos estadunidenses, según cifras vigentes.

Guajardo agregó que el tema será analizado y el gobierno estadunidense lo negociará con las empresas automotrices que operan en su territorio, como Ford, General Motors y Chrysler.

Aun así, previó, hay 80 por ciento de probabilidades de que a más tardar en la primera semana de mayo se logre el llamado acuerdo en principio sobre el TLCAN, el cual se esperaba fuera presentado esta semana durante la Cumbre de las Américas, que se realizará en Lima, Perú, que incluye otros temas negociados por la cancillería, como el migratorio, pero que no se logró por falta de flexibilidad y tiempo.

Advirtió que de no lograrse el acuerdo en principio para la primera semana de mayo, el gobierno y el Congreso de Estados Unidos no tendrán tiempo para aprobarlo y deberá pasar a la siguiente legislatura, en la cual el Partido Republicano puede perder mayoría. Eso explica, dijo, la urgencia de Trump.

El secretario rechazó que la negociación haya resultado afectada por el mensaje que el presidente Enrique Peña Nieto emitió el jueves pasado contra Trump por el envío de la Guardia Nacional a la frontera. Incluso, consideró que de alguna manera ello ayudó, porque no había condiciones tan rápidas como para llegar a Lima con una conclusión definitiva.