l par de duelos será por el orgullo, de poder a poder. De pronto el futbol mexicano se estrelló contra una realidad insospechada; el Toronto FC echó de la Concachampions a los campeones Tigres sin que Ricardo Tuca Ferretti hubiese podido salir del pasmo. Ese fue el aviso; ahora el equipo de la liga mayor estadunidense (MLS, por sus siglas en inglés) tiene en la lona (3-1) al América.

Miguel Piojo Herrera no sabe perder. La debacle en Toronto sacó a relieve de nuevo la peor versión del estratega amarillo, la del personaje rijoso, descontrolado, grotesco, que esgrime mil pretextos antes de admitir que fueron ampliamente superados. Todo terminó en empujones con los uniformados. Un papelón que acarreó multas.

Queda claro que la MLS está empeñada en ver ganar a los suyos, por ello no tuvo empacho en mover el calendario para que los Reeds se alisten a conciencia. Se adaptaron durante varios días a la altitud en Pachuca y el martes, en el estadio Azteca, lucharán para redondear la hazaña.

Las cuentas alegres de los aferrados a etiquetar al futbol mexicano como el gigante de la Concacaf habían presupuestado un clásico Chivas-América en la final del torneo de la región; no obstante, el Rebaño también corre peligro. El 1-0 logrado en la ida de la otra semifinal, ante los Red Bulls, parece insuficiente para ir a plantarse a Nueva Jersey.

Los encuentros de ida en estas series causaron tensión y desvelo. El América se encerró en Aguascalientes, pero no logró la concentración necesaria y en intenso juego consiguió sólo un empate ante Necaxa, por lo que pospuso su pase a la liguilla. Las Chivas opusieron un equipo alterno al Veracruz y reservaron a sus titulares para buscar la final de Concachampions.

Cosa curiosa, mientras el seleccionador Juan Carlos Osorio se muestra dubitativo respecto de Rodolfo Pizarro, el técnico del equipo Nueva York de inmediato lo calificó de jugador de clase mundial. La realidad es que la MLS quiere a toda costa ir al Mundial de Clubes, al punto de que el suspendido Jair Pereira insinúa que hay consigna para echar a los mexicanos.

La afición poblana se puso la bolsa de papel de estraza. Camoteros y Lobos están para llorar. El equipo de la franja recibió grave paliza, mientras el plantel de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla firmó su fatídica sentencia tras un torneo desastroso. Daniel Borita Alcántar estará pensando si valió la pena su deslealtad hacia Rafael Puente júnior.

Del conjunto licántropo nadie se salva. La directiva reaccionó demasiado tarde. A Puente se le acabaron los argumentos y fue incapaz de percibir el momento en que su discurso se volvió hueco, ya no tocaba las fibras de los jugadores. El cuento del equipo Cenicienta está a punto de esfumarse. En la Liga Mx lo que predomina son los golpes bajos y el aspecto económico (que alisten sus 120 millones de pesos).

Los Lobos cerrarán el torneo ante Necaxa, Monterrey y Puebla; sólo un milagro cambiará el nuevo rumbo que tomó la lucha por evitar el descenso. La otra cara de la moneda es el Veracruz, dirigido por Guillermo Vázquez, que por fin tiene el destino en sus manos y con el impulso de la batucada –ante León, Toluca y Cruz Azul– puede llegar hasta la liguilla.

El Toluca venció a Tigres y Santos al Querétaro para amarrar su boleto a los cuartos de final. Pumas se vio afectado por el arbitraje, y pese a un irregular torneo, Ares de Parga se aferra a las bridas. De nuevo el pie joven del Atlas se hizo notar al igualar 2-2 ante Xolos. América, Monterrey, Toluca y Tigres son los equipos femeniles clasificados a semifinales.

Los mundialistas: Carlos Vela jugó, pero no anotó; Guillermo Ochoa volvió a la portería como titular y perdió; Javier Chicharito Hernández, Hirving Chucky Lozano y Raúl Jiménez lograron goles. Andrés Guardado, Miguel Layún, Marco Fabián y Héctor Moreno fueron titulares. Carlos Salcedo no jugó. En Guadalajara se inicia el tour del trofeo del Mundial, mientras representantes de FIFA visitan México para inspeccionar los estadios Azteca, Akron y el de Rayados.

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