La idea de que en México no se lee es una gran falacia. Lo que hace falta es poner los libros al alcance de la gente, que se tropiece de forma literal con ellos.

Así lo sostuvo Paloma Saiz, fundadora de la Brigada para Leer en Libertad AC, a propósito de los exitosos resultados de la Feria del Libro en la Alameda Central, que concluyó ayer luego de 11 días de actividades.

Esta feria demuestra que lo que hace falta en nuestro país es sólo poner los libros al paso de la gente, porque existe un interés real por ellos. Podemos asegurar que las personas no sólo asisten a las charlas, pues es impresionante la cantidad de libros que se han vendido a diario, aseguró la promotora cultural.

Para Paloma Saiz, al igual que para su esposo, el escritor Paco Ignacio Taibo II, el gran distintivo de este encuentro editorial consistió en aprovechar el periodo vacacional de Semana Mayor para ofrecer a los paseantes, sobre todo a aquellos del interior de la República Mexicana, una oferta editorial que, en su opinión, es prácticamente imposible conseguir en otros lados, sobre todo por los descuentos.

La Alameda, como ocurre también con el Zócalo, tiene la característica de que viene gente de todas partes, incluso del interior de la República, donde desafortunadamente no hay muchas librerías ni muchas ferias del libro. Entonces, al encontrarse con ésta y ver la cantidad y la calidad de los títulos, así como los precios tan bajos, pues los ánima a llevarse por lo menos un ejemplar, aseveraron.

La clave para organizar una feria de esta naturaleza, precisó Taibo II, es convocar a editoriales, libreros, distribuidores y libreros de usado para que revienten los precios.

Las bodegas están repletas, las editoriales se atoran y ésta es la posibilidad de que los precios bajen. Una de las claves de ferias como ésta, pues, son los descuentos. Teníamos razón cuando decíamos que una de las razones por las que el libro no circula más en nuestra ciudad es el precio, agregó.

El gran interés de la Brigada para Leer en Libertad con la Feria del Libro en la Alameda Central –cuya próxima versión se proyectó tentativamente para agosto– es invitar a acercarse a los libros y la lectura a la mayor cantidad posible de las miles de personas que transitan por ese céntrico sitio.

Lo que buscamos con esta feria es hacer nuevos lectores, recalcó Paloma Saiz, para quien fue imposible proporcionar cifras de asistentes y ventas de este encuentro editorial, por la numerosa cantidad de personas que registró a diario.

Aunque sí destacó que todos los días los 300 lugares destinados a las actividades –entre charlas y presentaciones editoriales– estuvieron ocupados en su totalidad, incluso con personas de pie, además de que las transmisiones vía streaming llegaron a recibir hasta 25 mil visitas.

Inaugurada el pasado 29 de marzo, la Feria del Libro en la Alameda Central concluyó a tambor batiente. No sólo por el numeroso público que acudió a todas las actividades este domingo. También porque las precios y los descuentos de los más de 100 expositores participantes fueron aún más generosos que los días anteriores, con ofertas desde cinco pesos por ejemplar o tres por 10 pesos.

El programa de clausura incluyó la presentación de los libros Flores en el desierto: mujeres en el Concejo Indígena de Gobierno, de Gloria Muñoz, y Ya sé que no aplauden, de los moneros Antonio Helguera y José Hernández, todos ellos colaboradores de La Jornada, además de la charla La cultura tomará las calles, a cargo del escritor Paco Ignacio Taibo II.