El Inapam es insuficiente: especialistas
Viernes 6 de abril de 2018, p. 38
Por cada 1.4 nacimientos en el país, 3.6 mexicanos cumplen 60 años, hoy son 12.4 millones en ese rango de edad y unos 23.4 millones son mayores de 50 años. Sin embargo, hasta ahora ningún candidato presidencial ha presentado una propuesta para el sector ni hay expectativa de que el tema se aborde en los debates que organiza el Instituto Nacional Electoral (INE), lamentó Javier Sirvent, presidente del comité organizador del cuarto Festival del Adulto Mayor, que arrancó ayer en el World Trade Center.
“Yo no veo que ningún candidato esté diciendo, qué va a hacer para los adultos mayores. Eso es un error es un sector de la población que vota. Ya somos 12.4 millones que estamos arriba de los 60 años, y entre los 50 y 60 son otros 11 millones, somos más de 19 por ciento de la población los de 50 y más.
En entrevista, Sirvent, expuso también que debería haber una estructura de mayor peso que atendiera a este sector en crecimiento, y no dejar todo al Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam).
“El instituto es pequeño para el tamaño de la población que va a tener que convertir en algo mucho más fuerte. En países como España y Japón hay secretarías (ministerios) de gobierno encargados especialmente de atender a los adultos mayores.
Sirvent comentó que existen tres retos para los integrantes de este sector: cómo vamos a vivir
este periodo, con quién y con qué vamos a tener una vida digna” en esta etapa.
De acuerdo con la Ensanut, de los 75 años que en promedio vive un mexicano, en nueve de ellos, en promedio, se padece una enfermedad crónica, como diabetes, hipertensión o problemas de corazón.
Se debe responder de manera efectiva aspectos de salud, alimentación, hacer ejercicio y cómo vamos a ocupar la experiencia
.Un segundo desafío es con quién van a vivir. “Hoy la soledad es uno de los mayores problemas; mientras más años vives, hay más posibilidad de divorcio, viudez o de que no se tenga cerca a los hijos. El tercer reto es cómo tener los recursos necesarios para una existencia digna
los últimos años de vida.