Operativo de Semar y Agencia de Investigación Criminal
Viernes 6 de abril de 2018, p. 13
Ante el aumento de la producción de cocaína en países sudamericanos, México mantiene alerta por el posible incremento del trasiego de droga por medio de submarinos y semisumergibles artesanales.
Información de inteligencia con que cuenta la Procuraduría General de la República (PGR), por medio de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), hace énfasis en que los cárteles utilicen con más frecuencia esas tecnologías.
Fuentes consultadas por La Jornada mencionaron que, en coordinación con la Secretaría de Marina Armada de México (Semar), están en alerta porque se prevé que los narcos mexicanos recurran a esas rutas para llevar al mercado de Estados Unidos enervantes de Sudamérica, haciendo escala en territorio nacional.
De acuerdo con las comunicaciones internacionales que mantienen las autoridades del país y reuniones bilaterales, se enfocan en esa posible problemática antes de que se salga del margen operacional para contenerla.
El cártel de Sinaloa fue una de las organizaciones que comenzó a utilizar esas rutas marítimas con submarinos; reportes de las autoridades colombianas también señalan al de Jalisco Nueva Generación (CJNG) que opera de esa forma.
La Policía Nacional de Colombia, en coordinación con la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos dio un fuerte golpe a esas dos organizaciones criminales en marzo de 2017, al desarticular una banda que les proveía de cocaína. Esa información sirvió a México para determinar que esa forma de operar podría resurgir.
En el operativo se detuvo a 12 personas, entre ellas Luis Andrés Romo, El Compadre, principal enlace con líderes mexicanos Ismael El Mayo Zambada y Nemesio Oseguera, El Mencho.
La organización estaba conformada por una escisión de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que mensualmente traficaban ocho toneladas de cocaína para los líderes de los cárteles de Sinaloa y CJNG, y se detectó que se estaban sofisticando para el trasiego con una flotilla de semisumergibles.
El Informe 2017, de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de la Organización de las Naciones Unidas, detalla que la superficie cultivada con arbusto de coca en Colombia aumentó más de 50 por ciento, al pasar de 96 mil hectáreas en 2015 a 146 mil en 2016.
En Bolivia la superficie total de cultivos de arbusto de coca para fines ilícitos se estimó en 23 mil 100 hectáreas en 2016; es decir, un incremento de 14 por ciento en relación con 2015.
Mientras en Perú, el informe de monitoreo de dicha siembra realizado en 2015 refiere que la superficie fue de 40 mil 300 hectáreas; al siguiente año se erradicaron 30 mil 150.