Ante el anuncio de Donald Trump, de que militarizará la frontera con México, la titular de la Secretaría de Cultura, María Cristina García Cepeda, señaló en un comunicado que se suma a la defensa de la dignidad y la soberanía de nuestro país que ha expresado el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, ante las unilaterales medidas que ha adoptado el gobierno de Estados Unidos.

Consultado por este diario, el pintor y promotor cultural oaxaqueño Francisco Toledo manifestó no tener idea de las consecuencias de esa medida. No sé realmente. Estoy muy lejos de las fronteras, no sé ni qué es esto. Pero por lo que leo en el periódico es grave. Ni Trump debe saber qué consecuencias puede traer. Tiene una lógica que no entendemos y creo que allá tampoco lo entienden muy bien.

La escritora Elena Poniatowska consideró el anuncio como un acto de hostilidad extrema para evitar que “los centroamericanos sigan llegando a Estados Unidos, sobre todo los hondureños y salvadoreños, quienes se encuentran en una situación terrible. Trump mandó lo que se llama la Guardia Nacional, no es exactamente el ejército, pero es un acto de gran hostilidad.

“Él pretende que México se quede con los migrantes centroamericanos, quienes aspiran llegar a Estados Unidos tras el famoso sueño americano. Es un acto de hostilidad que tampoco resuelve el conflicto, ya que el problema de la migración es de todo el mundo.”

El escritor e historiador Paco Ignacio Taibo II opinó que cuando alguien lanza una amenaza como esa (enviar a la Guardia Nacional a la frontera), tú tienes que amenazar con lo contrario, es decir, abrir la frontera sur con Guatemala y que pase todo el que quiera pasar.

La actriz y creadora escénica Jesusa Rodríguez dijo que sólo a las personas que tienen violencia en la mente se les ocurren soluciones violentas, es la materia prima de la que viven. Por eso la actitud de Trump es mantener la violencia a cualquier costo. Me imagino que en su casa se debe comportar igual con su familia. La violencia es parte de su negocio, mandar militarizar la frontera con México es invertir en su negocio. Ante ello me sigue pareciendo muy timorata la reacción del gobierno de nuestro país. Es mucho más aceptable la propuesta de AMLO de hacer un cinturón de paz en la zona. Era para que el gobierno estuviera ya en la frontera haciendo algo; pero qué podemos esperar de un régimen que no tiene cabeza.

Pedro Salmerón Sanginés, historiador y colaborador de La Jornada, dijo que le parece una balandronada más de Trump, “que nos recuerda épocas pasadas de la historia, como cuando intervino en México la expedición punitiva de John J. Pershing. De cualquier manera, de la frontera para allá que hagan lo que quieran.

“Nos urge un gobierno de pacto nacional, capaz no de hacer frente a Trump, pero sí de defender la soberanía. Quien ha llamado a ese pacto es Andrés Manuel López Obrador y nos urge alguien que ante ese tipo de gobierno ponga freno y defienda la soberanía.

El gobierno actual empezó la relación con Donald Trump haciéndole campaña política. Invitándolo a México. Recibiendo a un candidato como si fuera jefe de Estado. Y luego continuó nombrando canciller al hombre que gestionó esa visita. Desde ahí no está cumpliendo con lo mínimo elemental que debía cumplir un gobierno de México en esas circunstancias.

Ofelia Medina, actriz y activista, dijo que ante los tambores de guerra del señor Trump, de ese ser perturbado y enfermo, nos sentimos amenazados por una mente totalmente belicosa que no puede resolver ninguna situación más que a chingadazos. Se requiere de mucha cordura para no caer en esta provocación y no poner la paz en riesgo por las amenazas de un orate.

El dramaturgo David Olguín calificó la decisión de Trump de “lamentable e indignante, que padecen sobre todo los migrantes mexicanos y centroamericanos. Hay que recordar que eso se ha dado en otros momentos. Lo hizo Bush, lo hizo Obama, y son amagos de presión. Este señor es un xenófobo, racista, que particularmente tiene enorme desprecio hacia nuestro país. En ese sentido hay que mantenernos unidos, sin olvidar que Trump y sus seguidores no son la totalidad de la población de Estados Unidos, donde hay otras corrientes de pensamiento.

Lamentablemente nos toman en momentos difíciles, de decisiones muy importantes, pero desde el lado de quienes nos dedicamos al arte y la cultura debemos estar atentos y conscientes. Hay que fortalecer nuestro sentido de identidad, pertenencia y unidad. Hay que ser muy participativos en las decisiones políticas que tenemos enfrente y debemos adoptar la que es más importante.