La prótesis se adaptó anatómica y funcionalmente a afectados por degeneración macular
Forman una membrana que sustituye el epitelio pigmentario, explican los autores del estudio
Permitirá prevenir una mayor pérdida de visión o restaurarla en algún grado
Viernes 6 de abril de 2018, p. 2
Washington.
Un implante de retina fue probado con éxito en cuatro pacientes que perdieron la visión a causa de la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE), publicó este jueves la revista Science Translational Medicine.
Fabricado mediante bioingienería por especialistas de la Universidad del Sur de California y luego de probarse en roedores, el experimento mostró que la prótesis se integró anatómica y funcionalmente.
Amir Kashani, autor de la investigación, explicó que el implante está compuesto por células madre embrionarias humanas que descansan sobre un polímero y forman una membrana que imita el epitelio pigmentario retinal, donde se inicia la DMAE.
Los especialistas aseguraron que la diferencia con otros estudios es que dicho polímero reproduce las características de la membrana de Bruch, que se vuelve gruesa con el paso de los años y ralentiza el transporte de metabolitos.
Esta combinación permite mejor funcionalidad y podría tener mayor capacidad de regeneración del epitelio, afirmó Kashani.
Según explicó el investigador, experto en enfermedades de retina de la universidad estadounidense y autor principal del trabajo, el implante está compuesto por células del Epitelio Pigmentario de la Retina (EPR), derivadas de células madre embrionarias humanas, dispuestas como una capa de células individuales sobre un sustrato sintético
.
Las células EPR, agregó, son las que detectan la luz y están gravemente dañadas en las personas que padecen degeneración macular avanzada. Al remplazar quirúrgicamente esa zona con el implante, creemos que será posible prevenir una mayor pérdida de visión o incluso restaurarla en algún grado
.
Las imágenes del posoperatorio revelaron que las células madre de los implantes se integraron con éxito al tejido, y las retinas mostraron cambios anatómicos que mostraban la reaparición del epitelio pigmentario.
Kashani comentó que el propósito del estudio era demostrar la seguridad del implante y de la cirugía. “Se realizó con voluntarios que tenían muy pocas posibilidades de recuperar la visión. Sin embargo, uno de ellos mejoró bastante y pudo leer 17 letras más que antes de la colocación del dispositivo. Algún otro también mostró ciertos signos de mejora de la función visual.
En el futuro evaluaremos la eficacia del tratamiento con más personas que tengan un grado de la enfermedad menos grave y, por ello, más potencial de recuperación visual
, concluyó el experto.
Luego de vigilar durante un año la visión de los implantados, los científicos confirmaron que la tolerancia fue buena en ciento por ciento de los casos y observaron mejorías en la agudeza visual.
Kashani informó que el siguiente paso será poner el estudio a mayor escala con el objetivo de convertir los trasplantes en una opción terapéutica.
Existen dos tipos de degeneración macular asociada a la edad: la húmeda, la más común y que puede frenarse en la mayoría de los casos con inyecciones intravítreas, y la seca para la cual no existe ningún tratamiento.
La degeneración se inicia con episodios de inflamación del tejido nervioso de la retina que termina afectando la mácula que es la encargada de permitir una visión nítida y detallada.