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En entrevista con La Jornada, Gabriela Guerra Rey habla de su novela Bahía de sal

Mujeres fuertes, migración y nostalgia por el éxodo articulan obra narrativa
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Soy una nostálgica empedernida, traigo conmigo muchos recuerdos; mi memoria está viva y eso quizá es lo que más utilizo para escribir, mi elemento de fuerza. Me parece mágico en la literatura que puedes hacer con eso lo que desees, poner lo que quieras y convertirlo en lo que estás soñando o lo que ves, explica Gabriela Guerra Rey (La Habana, 1981)Foto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Jueves 29 de marzo de 2018, p. 6

El centro de la novela Bahía de sal son mujeres fuertes, así como la migración desde un pueblo construido con elementos comunes a muchos sitios en América Latina y la nostalgia tras ese éxodo, explica su autora, Gabriela Guerra Rey.

En entrevista con La Jornada, detalla que ese trabajo publicado por Huso Editorial, tiene como eje a las mujeres y son ellas las que deciden el momento de partir. María de la Sal es una niña que cuenta lo que pasa en su casa, en su pueblo y en el éxodo: qué pasaba cuando las personas eran impelidas a pasar de un lado a otro de esa bahía y luego también a vivirlo.

Gabriela Guerra (La Habana, 1981) destaca que en su novela las mujeres son más fuertes y protagónicas que los hombres. Ana, la madre, enfrenta lo que comúnmente encaran las mujeres: ser el sustento de la familia y tener que llegar a violar los principios que intenta transmitir a sus hijos. Roba para darles de comer. Tiene que lidiar con el alcoholismo del marido, con los hijos, mantener a la abuela y aquellos que viven los demás.

Además, reconoce en Julia un alter ego. Le da entrada al mundo de los libros y la grandeza de la literatura a María de la Sal. Todo lo que puede significar en la vida de alguien con una sensibilidad para ello, algo que me sucedió a mí, y al mismo tiempo vivir el catastrofismo de un sitio como Bahía de Sal.

Elementos de muchos lugares y de la imaginación

El espacio en Bahía de sal, ganadora del Premio Juan Rulfo para primera novela 2016, reúne recuerdos de sitios donde habitó la escritora, como el pueblo donde vivió con sus padres a los 10 años, cruzando la bahía de La Habana. Algunas historias que escribí las viví, sin embargo, el del libro es pueblo armado, un títere, con elementos de muchos lugares y de la imaginación, que te permite crear un lugar con el misticismo de ése, donde ocurren cosas que rozan el absurdo.

Comparte situaciones con poblaciones del norte de México, que se convirtieron en un pueblo fantasma por la migración. Es un tema común al ser humano. Desde que existimos estamos migrando. Lo hacemos en primer lugar por condiciones naturales. Las grandes migraciones del planeta, no las actuales por guerras y crisis, fueron por condiciones climatológicas. En Bahía de Sal las condiciones del clima son atroces.

En cuanto a la evocación en su novela, explica: “Soy una nostálgica empedernida. Traigo conmigo muchos recuerdos. Mi memoria está viva y eso quizá es lo que más utilizo para escribir, mi elemento de fuerza. Me parece mágico en la literatura que puedes hacer con eso lo que desees. Le puedes poner lo que quieras y convertirlo en lo que tú estás soñando o lo que estás viendo.

“Siempre que regreso a mi tierra me digo: ‘La Habana es mi Macondo’. Cuando me desacostumbro regreso, veo y digo, de aquí sale otra novela. Esto no lo puedo dejar pasar. Estoy segura de que si uno regresa a otros pueblos de otros lugares pasa exactamente lo mismo.”

La también autora de Nostalgias de La Habana afirma que ambos libros “son mis catarsis nostálgicas después de la migración. El volumen testimonial era mi necesidad de sacar de adentro todo lo que me había dejado los últimos años de crisis. Los isleños somos personas especialmente apegadas a nuestro terruño, más que otros. Los cubanos por alguna razón en especial.

“Los seres humanos tenemos esa necesidad de sentirnos vinculados a algo. Para mí ha sido un proceso muy largo, complejo y duro por momentos. Por otra parte le estoy agradecida a ese proceso porque me dio un libro y una novela. Hay tantas cosas ahí reunidas que son mis nostalgias y las de otras personas cercanas a las que vi experimentar ciertas historias. Sentía ‘esto tiene que estar en algún lugar también’.”

Gabriela Guerra Rey refiere la historia del primer poeta nacional de Cuba, José María Heredia y Heredia. Fue el primer entenciado a muerte independentista, el primer exiliado, aunque es reconocido sobre todo por inaugurar la nostalgia de la isla con sus poemas. Desde él y hasta mí, eso no ha parado.

La novela Bahía de sal será presentada el 24 de abril, a las 19 horas, en el Centro de Creación literaria Xavier Villaurrutia (Nuevo León 91, colonia Hipódromo Condesa).