Berlín.

La palabra Destino está estrechamente vinculada con Ludwig van Beethoven, y esa reflexión será el tema central del Festival de Beethoven 2018 que se efectuará en Bonn, ciudad natal del compositor, del 31 de agosto al 23 de septiembre.

Así lo dio a conocer ayer en conferencia de prensa la directora del encuentro, Nike Wagner, tras señalar que se destacará la extraordinaria capacidad creativa de Beethoven al vivir y confrontar su sordera prematura.

Nuestro festival 2018 refleja momentos cruciales en la vida de Beethoven, históricos y personales, que fueron convertidos (por él) en música, sea que se haya tratado de la guerra, la vivencia del exilio, luto, historias altamente dramáticas o sus últimas obras, explicó.

El Año de Beethoven, en 2020

Asimismo, se informó que en 2020 se celebrará el Año de Bee-thoven, porque se cumplirán 250 de su natalicio.

El nombre del portal en línea del festival es BTHVN, que es como firmaba sus partituras. Se invita al debate y al intercambio de ideas sobre la obra y la vida del compositor a ciudadanos, asociaciones, instituciones y empresas.

El festival de 2018 incluye 60 conciertos, tardes coreográficas, conferencias y otros actos en 25 sitios en Bonn y sus alrededores.

La quinta sinfonía es nuestra obra central 2018, adelantó Wagner. Con ella se iniciará el festival, interpretada por la Filarmónica de Radio Francia, así como por la Orquesta de Beethoven, la británica Academia de San Martín de los Campos y la de la Radio de Viena.

Participarán solistas famosos, como la violinista Patricia Kopatchinskaja y el pianista Andras Schiff.

Fueron excluidos teatros y escenarios en los que se desarrollarán actos del festival la Galería Beethoven, que es uno de los principales de Bonn. Así lo acordaron el alcalde de Bonn, Ashok Sridharan, con los directivos de la Sociedad Beethoven y la dirigencia del Festival de Beethoven.

La vida de Ludwig se inició con la música. Desde que era niño, su padre lo enseñó a tocar piano, clarinete y órgano, debido a que estaba impresionado por el hecho de que Wolfgang Amadeus Mozart diera conciertos desde lo siete años. En 1778, cuando tenía siete años, tuvo su primera actuación en público.

Luego dejó de tomar clases con su padre y comenzó a recibirlas de otros profesores, como Christian Gottlob Neefe, quien tuvo gran influencia en el joven Beethoven y siempre valoró su nivel. Llegó a alabarlo como el segundo Mozart.

Después de una exitosa carrera en escenarios alemanes y austriacos, y de numerosas apariciones en público para dirigir sus obras, Beethoven pasó sus últimos años casi totalmente aislado debido a su sordera. Se relacionaba sólo con algunos amigos mediante los cuadernos de conversación.

Su último gran éxito fue la Novena sinfonía, terminada en 1823 y presentada por primera vez al público el 7 de mayo de 1824.

Crisis depresivas

Desde el deceso de Beethoven, el 26 de marzo de 1827, numerosas teorías y estudios tratan de explicar sus enfermedades y deterioro físico. Estudios realizados en 2005, en el Centro de Tratamiento Pfeiffer en Warrenville (Illinois), revelaron datos sobre las causas de su muerte.

Los análisis mostraron residuos de plomo, lo llevó a concluir que ese metal procedía de un arroyo campestre cercano del que se creía tenía propiedades curativas.

Padecía problemas estomacales desde los 20 años, así como crisis depresivas. Los expertos de ese centro científico consideran factible que se haya envenenado involuntariamente con plomo.

Beethoven fue un revolucionario, un visionario y un cosmopolita y uno de los que llevó el clasicismo vienés a la consumación.

Sus obras más importantes incluyen las nueve sinfonías, los cinco conciertos para piano, el concierto para violín, los 16 cuartetos de cuerdas, 32 sonatas para piano, la ópera Fidelio, la Misa opus 86 en Do mayor, y la Missa Solemnis opus 123. Es uno de los compositores más interpretados del mundo.

Una de las más conocidas y gustadas es Oda a la alegría, cuarto movimiento de su Noventa Sinfonía, inspirada en el poema A la alegría de Friederich von Schiller. Esa oda de Beethoven es el tema musical oficial de la Unión Europea.

Beethoven escribió en noviembre de 1801 a su amigo de juventud Franz Gerhard Wegeler que tenía ganas de agarrar el destino por el cuello y que éste no lo iba a poner de rodillas. Y no lo puso.