Roma.

Este lunes, el papa Francisco pidió perdón en nombre de todos los cristianos que pagan por tener relaciones sexuales con mujeres, señalando que los hombres que frecuentan prostitutas son criminales con mentalidad enfermiza y piensan que las mujeres existen para ser explotadas.

Esto no es hacer el amor. Esto es torturar a una mujer. No confundamos los términos, asentó.

Francisco habló durante cuatro horas ante 300 jóvenes invitados por el Vaticano para informar a los líderes eclesiásticos acerca de lo que aquellos piensan de la Iglesia católica. Fue una reunión preparatoria para un gran sínodo sobre la juventud.

El pontífice ha insistido en que todos los jóvenes adultos – católicos o no– participen en el proceso de asesorar a la jerarquía eclesiástica, dominada por hombres célibes de edad más bien avanzada, sobre cómo debe ser el futuro de la Iglesia.

Los jóvenes deben ser tomados en serio, aseveró el Papa. Varios participantes reaccionaron entusiasmados cuando los exhortó a hablar sin tapujos, sin vergüenza y sin anestesia.

Nicholas López, capellán de una universidad de Texas, señaló que actualmente los jóvenes sufren racismo, pobreza y violencia de pandillas, además de leyes migratorias injustas que separan a niños de sus familias.

Ángela Markas, de Australia, aseguró que los jóvenes quieren que la Iglesia participe en el debate sobre sexualidad, personas que se sienten atraídas por el mismo sexo y el papel de las mujeres.

En tanto, Blessing Okoedion, de Nigeria, preguntó a Francisco cómo puede la Iglesia permitir a los católicos contratar a mujeres nigerianas en Italia –como ella misma– que son obligadas a ser esclavas sexuales por los traficantes de migrantes que las llevaron.

Me pregunto a mí misma, y le pregunto a usted: ¿Esta Iglesia, tan machista, puede cuestionarse sobre esta demanda tan alta?, expresó la joven.

Francisco, quien ha dado prioridad en su papado a la lucha contra el tráfico humano y la esclavitud sexual, exhortó a los congregados a continuar la lucha contra el contrabando de migrantes y la prostitución forzada.

Esta es una de las batallas que yo pido a ustedes jóvenes librar, por la dignidad de las mujeres, expresó. La prostitución forzada es producto de una mentalidad enfermiza que cree que a las mujeres hay que explotarlas.

Refiriéndose a Okoedion, quien fue forzada a prostituirse pero pudo escapar, Francisco dijo: Quiero aprovechar este momento, ya que usted habló de cristianos y de bautizados, para pedirle perdón en nombre de toda la sociedad y de todos los católicos que cometen este acto criminal.