A seis meses de los sismos de septiembre pasado, que dañaron cerca de 16 mil escuelas en 10 entidades, profesores, directores y padres de familia denunciaron que en diversos planteles afectados prevalecen condiciones de hacinamiento, falta o insuficiencia de servicios sanitarios, cortes de agua, luz, servicio escolar por dos o tres días a la semana y en horarios incompletos, lo que generó, aseguraron, un creciente deterioro de las condiciones en que los menores acuden a la escuela.

En tanto, la Secretaría de Educación Pública ha señalado que los trabajos de reconstrucción han iniciado en más de 80 por ciento de los planteles dañados, pues se prevé que en el caso de los centros escolares con daños menores, poco más 11 mil, deberán concluir sus tareas de atención a daños en junio próximo.

No obstante, en 25 escuelas de la delegación Iztapalapa, donde la matrícula en primaria y secundaria, supera en promedio los 500 alumnos, mantenemos las mismas condiciones desde diciembre pasado, pues no han acudido especialistas del Instituto Nacional de Infraestructura Física Educativa (Inifed) para determinar cuándo empezarán las obras de reconstrucción, denunció Roberto Gómez Jiménez, profesor de la primaria José María Lafragua de esa demarcación.

En la colonia San Simón Tolnahuac, de la delegación Cuauhtémoc, padres de familia de la escuela primaria Luis de la Brena de tiempo completo, señalaron que los alumnos toman clases en dos salones de una biblioteca pública. Enfrentamos el hacinamiento de los niños y las pésimas condiciones sanitarias, además los padres nos hemos turnado para garantizar la seguridad de los alumnos, porque es un lugar público.

María Barrera, una de las madres de familia, señaló que a seis meses de los sismos nos ha cambiado la vida a todos. Tuvimos que salir a bloquear calles, que es lo que menos queremos, para que nos hicieran casos porque vivimos una situación desesperada.

Agregó que el compromiso de las autoridades de la Secretaría de Educación Pública es que el próximo martes nos recibieran en la dirección operativa 1 para atender nuestra situación, porque lo que demandamos es que inicie la reconstrucción de la escuela, que fue catalogada con código rojo, luego de sufrir daños en techos y muros.

En Oaxaca, afirmó un profesor de la región Istmo, tenemos poco más de 3 mil escuelas dañadas, de las cuales sólo 800 han recibido el dictamen técnico de un director responsable de obra (DRO), pero el resto presentan diversas demoras para tener el diagnóstico técnico, y tampoco se están distribuyendo los recursos del Fondo Nacional de Desastres para atender a las escuelas dañadas.

Hasta el momento, dijo, sólo el centro escolar Juchitán, que es un plantel emblemático de la región del Istmo, ha concluido sus obras, pero todas las demás arrastran deficiencias en su atención porque las empresas constructoras deben realizar y concluir la obra para que el gobierno local y federal les paguen, y se han quedado sin recursos.