El Museo de Arte de esa ciudad dedica exposición al personaje, informa The New York Times
profeta urbanode Montreal
Siempre hay huellas de pasos que se dirigen hacia su tumba, no importa qué tan profunda sea la nieve
, dice cantante
Su música es un elíxir unificador
para hablantes del inglés y francoparlantes
Jueves 8 de marzo de 2018, p. 5
La figura del músico, compositor y escritor Leonard Cohen (1934-2016) se ha erigido en elemento unificador en la ciudad de Montreal, dividida entre los que hablan inglés y los francoparlantes.
Su imagen, música y trabajo convertidos en recuerdo pueden encontrarse en el Museo de Arte Contemporáneo de esa ciudad, pero también en paredes, bares, sinagogas y en el cementerio donde fue enterrado, informa el diario The New York Times (NYT), en un texto publicado el pasado martes.
El Museo de Arte de Montreal alberga la exposición Leonard Cohen: une brèche en toute chose, inspirada en los grandes temas de su vida y obra, mientras cerca de ese recinto se encuentra el bar Suzzane, cuyo nombre fue tomado de una de las canciones más populares de Cohen, fallecido en 2016 a los 82 años. “El dueño del lugar, Olivier Farley, dice que eligió el nombre porque ‘todos en Montreal están orgullosos de Leonard Cohen –los franceses, los ingleses–. Él es sagrado aquí’”, cita The New York Times.
Además existen dos murales: uno en el barrio Plateau-Mont- Royal, adonde llegan los peregrinos a rendir homenaje al retrato de Cohen, con su sombrero Fedora, mientras el segundo está en el centro de la ciudad. Otros seguidores van al restaurante Moishes, especializado en cortes de carne, para degustar las chuletas de cordero favoritas del músico.
Dice el periódico: Montreal vive un caso real de Leonard Cohen manía
y más de un año después de su muerte se ha convertido en algo parecido a un profeta urbano”.
Y de forma apropiada para un hombre espiritual cuyo arte se nutrió del judaísmo, el catolicismo y el budismo, Cohen atrae una forma de devoción que raya en lo mesiánico, añade el medio de comunicación. Cohen fue sepultado en el cementerio de la sinagoga Shaar Hashomayim, donde se encuentran tres generaciones de su familia.
Al respecto, el tenor Gideon Zelermeyer, cantor de la sinagoga y quien participó en la pieza You want it darker, que da nombre al último disco de Cohen, dijo que siempre hay huellas de pasos que se dirigen hacia la tumba de Cohen, no importa qué tan profunda sea la nieve
.
El cantante de música country Andrew McClelland dijo que Cohen se ha convertido en un santo secular al que cualquiera puede recurrir
, en una ciudad a veces dividida entre la minoría anglófona y la mayoría francófona, una ciudad a la que él regresaba para renovar sus afiliaciones neuróticas
.
Subraya NYT: En una ciudad consumida por las guerras acerca del lenguaje, la música de Cohen es un elíxir unificador
. Leonard Cohen cantaba en inglés, pero también lo hacía en francés.
“Jean-Pierre Ducharme, de 68 años y un oficial retirado del ejército quebequés, quien es presentado en la pieza Candice Breitz dice que descubrió a Cohen a los 13 años. No entendía las letras, pero la entonación poética era tan hipnotizante que eso no importaba. ‘No era por la política o la ideología, sino por la belleza de su música’.”
El autor del mural de Cohen en Plateau-Mont-Toyal, Kevin Ledo, apuntó que la melancolía del trabajo de Leonard también hace eco en los interminables inviernos de Montreal, añade el NYT. Y cuando la primavera finalmente llega, la ciudad bulle de color y cuerpos desenvueltos, una transformación capturada por la euforia sensual de las letras de Cohen
.
Un hombre humilde
Quizá Cohen, hombre humilde, estaría avergonzado por esta veneración, especula el diario estadunidense que cita a Edward Singer, empresario de 71 años retirado, quien escribió una novela basada en Suzanne, y tiene en su escritorio una imagen realizada en photoshop de él mismo con el brazo de su ídolo colocado amorosamente sobre su hombro:
Él fue alguien único, un judío de la comunidad angloparlante de Montreal, quien se convirtió en alguien amado alrededor del mundo. Algunas personas se preguntan: ¿qué habría hecho Jesús?; yo me pregunto a mí mismo: ¿qué habría hecho Leonard?