Londres.

Reino Unido amenazó este martes con una dura respuesta si se prueba que Rusia está detrás de la misteriosa enfermedad que aqueja al ex doble agente ruso, Serguei Skripal.

Me temo que está claro que Rusia es ahora, en muchos aspectos, una fuerza maligna y disruptiva, y Reino Unido lidera en el mundo los intentos para contrarrestar esta actividad, sostuvo el secretario de Relaciones Exteriores, Boris Johnson.

El funcionario identificó a Serguei Skripal, ex coronel del servicio de inteligencia militar ruso GRU, y a su hija, Yulia, como las dos personas halladas inconscientes en un banco afuera de un centro comercial en el sur de Inglaterra el domingo pasado.

Skripal, ex funcionario de la inteligencia militar rusa, fue entregado a Gran Bretaña en 2010 a cambio de decenas de espías rusos capturados en Estados Unidos. Según fuentes citadas por el diario The Guardian, el servicio secreto británico MI6 lo reclutó en 1995, y en años que trabajó tanto para los servicios secretos rusos como para los británicos, reveló a las autoridades de Reino Unido decenas de nombres de agentes rusos. El doble agente vivía desde entonces tranquilo en su hogar en la zona londinense de Salisbury, con su familia.

Según investigaciones, Skripal, de 66 años, y su hija, de 33, fueron expuestos a una sustancia desconocida en Salisbury. Ambos permanecen graves en cuidados intensivos.

No sabemos con exactitud qué ocurrió, pero si es tan malo como parece, es uno más en la letanía de crímenes que podemos dejar en la puerta de Rusia, afirmó Johnson ante el Parlamento británico.

Aviso a los gobiernos de todo el mundo de que ningún intento de cobrarse una vida inocente en Reino Unido quedará sin castigo, sentenció.

Si se demuestra que Moscú está detrás de la enfermedad de Skripal será difícil que representantes de Reino Unido vayan al Mundial de Futbol a celebrarse en Rusia en junio y julio, advirtió Johnson. Una fuente oficial aclaró que eso apunta también a visitas de ministros o dignatarios a Moscú

Aunque las autoridades británicas dijeron que no hay riesgo para los residentes por la sustancia que envenenó al ex agente y a su hija, la zona donde ambos fueron hallados fue acordonada e inspeccionada por agentes en trajes especiales contra riesgos químicos.

Skripal recibió asilo en Reino Unido tras ser intercambiado en 2010 por espías rusos capturados como parte de un canje al estilo de la guerra fría en un aeropuerto en Viena.

Una investigación británica previa mostró que es probable que el presidente ruso, Vladimir Putin, haya aprobado el envenenamiento en 2006 del ex agente de la KGB Alexander Litvinenko con la sustancia radiactiva polonio-210 en Londres. El Kremlin ha negado repetidamente tener relación con el hecho.