Benedicto Lucas García se proclama héroe nacional
, al comparecer ante la fiscalía
Antes de llevarse al adolescente de 14 años, oficiales habían violado y torturado a su hermana
Martes 6 de marzo de 2018, p. 24
Guatemala.
El general retirado Benedicto Lucas García se enfrentó este lunes a la fiscalía que lo llevó a juicio por delitos de lesa humanidad durante la guerra civil en Guatemala por la desaparición del niño Marco Antonio García Theissen y la violación de su hermana, Emma Guadalupe, por agentes del Estado a su mando.
Lucas García se considera héroe nacional
con el argumento de que su participación en la revuelta militar de 1954 sacó del poder a Jacobo Arbenz Guzmán.
El militar en retiro, de 86 años, hermano del ex dictador Romeo Lucas, fue el tercero al mando dentro de la estructura militar a finales de los años 70 y principios de los 80, los peores y más violentos años de la guerra civil en Guatemala (1960-1996). Durante esa época era considerado uno de los hombres con más poder y más temido por el violento actuar de sus subalternos.
Lucas es juzgado junto a Manuel Antonio Callejas, ex jefe de inteligencia militar; Francisco Luis Gordillo, ex comandante de la zona militar de Quezaltenango; Edilberto Letona Linares, ex subcomandante de la misma zona, y Hugo Zaldaña Rojas, ex oficial de inteligencia militar, por la violación a manos de agentes del Estado en 1981 de Emma Guadalupe Molina Theissen.
Tras varios días de detención en los que fue sometida a tortura y violación, la joven escapó.
Tras la fuga, un comando fue a su casa a buscarla en la capital y al no encontrarla se llevaron detenido a su hermano, Marco Antonio, de 14 años, quien nunca más apareció.
Según la fiscalía y los abogados de las víctimas, Lucas García y otros militares que actualmente son juzgados tienen responsabilidad jerárquica en los hechos, pues a pesar de que sabían de los crímenes de sus subalternos, no hicieron nada.
Lucas ha declarado que es inocente de los cargos.
A mí sólo me jalaron a esta porquería que yo no acepto, mi moral y mi ética no se prestan a esto. Yo veo por el bien de las personas aun cuando sean mis enemigos
, dijo frente al juez.
También acusó a los religiosos jesuitas, que entonces ayudaban a comunidades indígenas en las montañas de Guatemala, de ser los principales responsables de haber involucrado a curas, catequistas y religiosos en la guerra. Varios de ellos fueron asesinados y acusados de apoyar a la guerrilla.
Emma Theissen de Molina, madre de las dos víctimas, ha exigido que los acusados le digan dónde están los restos de su hijo, desaparecido el 6 de octubre de 1981. La mujer también dio este lunes su testimonio y señaló a Zaldaña Rojas de ser la persona que se llevó al menor.
Theissen aseguró que su hija aún padece trastornos.
La placa del carro en el que se llevaron a su hijo es 176175, lo tengo grabado en mi cabeza
, dijo, a 37 años del secuestro.
En 2004, la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado guatemalteco por la violación a los derechos humanos de los hermanos Molina Theissen y ordenó la búsqueda de los restos del menor, sin que hasta hoy se haya realizado.