El otorgamiento de subsidios por parte de la Secretaría de Educación Pública (SEP) para mejorar la infraestructura de los planteles de nivel bachillerato y ampliar la matrícula de dichas escuelas no cumplió con sus objetivos en 2016, debido a que el organismo careció de planeación financiera estratégica y un esquema adecuado para concentrar los recursos donde hacían más falta.

Así lo indicó la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la cual advirtió que la SEP tampoco cuantificó los pendientes en materia de infraestructura, además de tener procesos de planeación débiles e información insuficiente.

En su informe sobre la Cuenta Pública 2016, el organismo revisor destacó que las autoridades educativas ya habían identificado que los problemas en la infraestructura física de las escuelas representaban un obstáculo para poder incrementar la matrícula de estudiantes en el nivel medio superior.

Lo anterior, debido al equipamiento escolar obsoleto e inadecuado, los espacios educativos insuficientes y la limitada asignación de recursos de los gobiernos locales.

Para abatir este rezago, la SEP destinó una bolsa de 2 mil 362 millones de pesos el año antepasado, con los cuales otorgó 5 mil 130 subsidios para el equipamiento, la infraestructura y la operación de 4 mil 816 escuelas públicas de educación media superior.

No obstante, al analizar el desempeño de este programa, la ASF descubrió que la SEP no elaboró los diagnósticos para verificar el estado general de la infraestructura física educativa, para de esa forma tener claros los parámetros y criterios para concentrar los apoyos donde hacían más falta.

De igual forma, las autoridades educativas incorporaron como población objetivo a las Instituciones Públicas de Formación para el Trabajo, que es una modalidad educativa para adultos, por lo cual no se contribuyó a ampliar la matrícula de nivel bachillerato.

Asimismo, no se incluyeron mecanismos periódicos de supervisión y evaluación que permitieran verificar el cumplimiento de la normativa, ni se garantizó la coordinación entre dependencias y entidades para evitar la duplicación en el ejercicio de los recursos.

Por lo anterior, de acuerdo con la ASF, la secretaría no tuvo información para determinar en 2016 el avance en el programa de ampliación de la matrícula de educación media superior por no tener diagnósticos sobre el nivel de cumplimiento de objetivos y metas, ni pudo garantizar la correcta aplicación y radicación de mil 716 millones de pesos destinados a ese fin.