Jueves 1º de marzo de 2018, p. 21
Los incrementos en las tasas de interés de referencia del Banco de México (BdeM) se convirtieron ya en un factor negativo
para el crecimiento del consumo, uno de los principales motores de la economía, así como para el crédito para empresas y familias, sostuvo el principal intermediario financiero del país.
La política monetaria ya está en un terreno en el que es negativa para el crédito y el consumo
, aseguró ayer Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA Bancomer. Las tasas de interés reales, descontado el efecto de la inflación, se encuentran en el punto más alto en una década, afirmó.
Entre diciembre de 2015 y febrero de este año, el BdeM elevó de 3 a 7.5 por ciento la tasa de interés de referencia, la que determina el costo de los créditos a las empresas y en algunos renglones del financiamiento al consumo, como las tarjetas de crédito.
El movimiento del banco central fue una respuesta a incrementos en tasas en Estados Unidos –para mantener el margen de ganancia a la inversión financiera aquí, respecto de aquel país– y en 2017 para contener presiones inflacionarias provocadas por el aumento en el precio de combustibles y la depreciación del peso.
El efecto de la política monetaria recién se empieza a notar, no es significativo, pero ya se ve en la demanda de crédito
, advirtió Carlos Serrano en conferencia de prensa en la que presentó el informe trimestral Situación México, elaborado por el área de estudios económicos de BBVA Bancomer.
“La tasa de interés real, la que descuenta la inflación estimada para los siguientes 12 meses es la más alta desde la quiebra de Lehmann Brothers –el banco de inversión estadunidense cuya caída marcó el comienzo de la crisis financiera mundial de 2008-2009–, con la diferencia de que en aquella ocasión la inflación y las expectativas sobre ella iban al alza y ahora van a la baja y con señales bien ancladas de que disminuya más”, apuntó Serrano.
En México, expuso, la tasa de interés real llevaba varios años a la baja, en un nivel que se consideraba neutral
, dado que no era restrictiva ni ofrecía un estímulo a la demanda de crédito.
El experto consideró que los dos recientes aumentos de tasa de interés “no eran necesarios“, porque la inflación a finales del año pasado subió exclusivamente por factores temporales –como el alza en el precio del gas LP– y la política monetaria no debe reaccionar y no es efectiva ante choques de ese tipo.