El gobierno de Israel decide suspender la aprobación de un nuevo gravamen
Alcalde de Jerusalén dice que los templos religiosos han evadido impuestos durante años
Miércoles 28 de febrero de 2018, p. 27
Jerusalén.
La emblemática iglesia del Santo Sepulcro, el santuario más sagrado del cristianismo, volverá a abrir sus puertas este miércoles en Jerusalén, anunciaron este martes jerarcas religiosos, luego de la decisión de las autoridades de Israel de suspender las medidas fiscales que condujeron a su cierre.
Después de tres días de tensión con Tel Aviv, las iglesias cristianas greco-ortodoxa, armenia y católica romana anunciaron en un comunicado conjunto que “el Santo Sepulcro será abierto nuevamente a los peregrinos este miércoles a las 4 horas (local), agradecemos a Dios por el comunicado difundido por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y a quienes trabajaron sin descanso para conservar la presencia cristiana en Jerusalén
.
La municipalidad de Jerusalén planeaba decretar un impuesto contra las iglesias cristianas sobre sus propiedades que no fueran lugares de culto y que generan ingresos, las medidas, condenadas por las cúpulas eclesiásticas, quedan en suspenso, mientras los debates en torno a una propuesta de ley israelí sobre el asunto también quedan suspendidos
, anunció la oficina de Netanyahu,
El alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, justificó la medida con el argumento de que como gobernante, mi objetivo y función es asegurar que la gente pague sus impuestos. No tenemos intenciones negativas o malas. Presentar esto como si tuviéramos algo en contra de las iglesias es totalmente injusto
, y anunció la creación de una comisión de trabajo que negociará con las iglesias una solución
sobre el tema fiscal.
Barkat señaló que las iglesias han evadido impuestos durante años y estimó sus deudas en unos 185 millones de dólares, pero horas antes de retractarse del proyecto, el alcalde exhortó a los jerarcas a reabrir las puertas del Santo Sepulcro y entablar una demanda en los tribunales israelíes.
Las iglesias cristianas afirmaron que todas sus propiedades se usan con fines espirituales en beneficio de los peregrinos que acuden a los santuarios y las feligresías, y acusaron a Barkat de violar el status quo vigente en Jerusalén desde hace muchos años, que se refiere a la situación en que se encuentran las comunidades cristianas de Tierra Santa en cuanto a sus relaciones con los gobiernos de la región desde 1767.
Tras la medida temporal, miles de visitantes de todo el mundo encontraron las puertas cerradas del santuario, pero improvisaron oraciones en el atrio, donde expresaron su desencanto. La clausura tiene muy raros precedentes en el pasado cuarto de siglo y expresa la magnitud de la molestia de las iglesias cristianas con Israel.
Más allá de los impuestos, los jerarcas están alarmados por las acciones que, a su juicio, buscan disminuir la presencia cristiana en Jerusalén, proclamada por los judíos su capital política indivisible, pero reivindicada por los palestinos musulmanes como capital del Estado al que aspiran.