El señor Augusto Vargas Zepeda obtuvo una pensión por cesantía en edad avanzada en 1997, pero se la suspendieron hace 2.5 años, debido a que interpuso un juicio para demandar el cambio a una pensión por vejez. Lo anterior, luego de que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) rechazó efectuar esa modificación en un trámite administrativo.

El proceso ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) inició en 2012 y concluyó en favor del instituto. Un segundo procedimiento ante el mismo órgano, pero en su sede en Toluca, estado de México, empezó en 2016. En ese año el Departamento de Pensiones del IMSS en Tlanepantla, en la misma entidad, dejó de pagar al señor Augusto su mensualidad.

La resolución volvió a salir en contra del ex trabajador, ante lo cual sus abogados decidieron presentar una demanda de amparo. Sin embargo, debido al tiempo transcurrido sin su pensión, el señor de 81 años de edad, decidió desistirse de este último recurso legal.

Suponía, dice la abogada Tania Alba, que el IMSS le devolvería su pensión original, la que obtuvo por cesantía en edad avanzada. Sin embargo, hace unas semanas recibió el oficio 159101330110/DPL/0183/18 en el que la jefa del Departamento de Pensiones de la subdelegación Tlanepantla, Erika Ivette Venegas, le notifica que no procede la reactivación de su pensión, ya que no existe mandamiento de autoridad en el que se condene (al IMSS) a su restitución.

La representante legal del señor Vargas Zepeda señaló que el problema de origen es que el instituto suspendió el pago sin ningún fundamento legal.