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Inspirados en el arribo de Oumuamua, científicos de la Universidad de Harvard realizan estudios

Los asteroides son portadores de vida extraterrestre, según expertos

En cualquier momento se pueden tener miles de objetos atrapados del espacio interestelar y ellos podrían en principio transferirla, por ejemplo, por colisión con otro planeta, precisó

 
Periódico La Jornada
Martes 20 de febrero de 2018, p. 2

La vida pudo llegar a la Tierra en asteroides de otro sistema solar, de acuerdo con científicos de la Universidad de Harvard.

Esta investigación está inspirada en la llegada a nuestro sistema solar del asteroide interestelar Oumuamua, el pasado octubre, despertando el interés de la comunidad astronómica.

Un equipo sugirió que el asteroide podría contener signos de vida alienígena, pero los esfuerzos para escanear su superficie no fueron exitosos. Un nuevo estudio sugiere que rocas como ésa podrían ser una forma de transporte espacial alienígena.

La teoría de la panspermia, que sugiere que la vida pudo originarse en algún otro lugar fuera de la Tierra ha existido de una u otra forma durante décadas. Los científicos han propuesto diferentes mecanismos para la dispersión interespacial de la vida a través del tiempo.

Desde el arribo de Oumuamua, los astrónomos Manasvi Lingam y Abraham Loeb vieron una oportunidad para examinar esta teoría con más detalle. En  principio la vida puede ser transferida entre los planetas a través de una roca; sabemos que de Marte han llegado enormes piedras de la Tierra y viceversa”, explicó a The Independent Loeb.

Semillas

Destacó que algunas criaturas en la Tierra, como los microscópicos tardígrados, son capaces de sobrevivir a ambientes extremos predominantes en el espacio. De forma alternativa semillas químicas de vida podrían viajar en una roca procedente de sistemas solares distantes.

“El sistema solar actúa como red de pesca: captura objetos del espacio interestelar que pertenecen a otros sistemas planetarios y Oumuamua es el primero descubierto con un origen externo al sistema solar”.

En tanto, los astrónomos saben que hay objetos en nuestro sistema solar que se originaron en algún otro lado, estimar su abundancia ha sido históricamente engañoso debido a que –antes de nuestro visitante más reciente– nunca se habían observado. “Ahora con Oumuamua tenemos ya un punto de referencia, un calibrador en torno a la presencia de grandes cantidades” de esos cuerpos, señaló Loeb.

Los asteroides y otros desechos del espacio pueden penetrar nuestro sistema solar como lo hizo Oumuamua y quedar atrapados.

En cualquier momento se pueden tener miles de objetos atrapados del espacio interestelar y ellos –si vienen de otro planeta en el que había vida– podrían en principio transferir esa vida al sistema solar, por ejemplo, por colisión con otro planeta, como la Tierra”, precisó.

Utilizando modelos de computadora, los científicos calcularon el número de objetos que pudieron haber sido jalados a nuestra proximidad antes del surgimiento de la vida en la Tierra. Encontraron que cerca de 40 cuerpos interestelares de unos 100 metros y 10 de kilómetros pudieron haber impactado al planeta antes del surgimiento de la vida hace 3.8 mil millones de años.

El estudio está por publicarse en el Astrophysical Journal y está disponible como previo a su publicación.

Además de llegar a entender nuestros orígenes, los investigadores de Harvard sugieren que su trabajo podría tener un papel importante en la búsqueda de vida alinígena. Si los astrónomos pueden determinar cuál de los objetos en nuestro sistema solar se creó en cualquier otra parte, al analizar su composición química, por ejemplo, sería posible encontrar alienígenas en nuestro patio.

No se trata sólo de vida primitiva; podríamos encontrar artefactos asociados con la vida inteligente, precisó Loeb.

“Hay la posibilidad de que las civilizaciones avanzadas podrían producir naves espaciales robóticas que viajen por el espacio interestelar y de vez en cuando una de ellas pudiera quedar atrapadas en el sistema solar.

En vez de viajar en el espacio interestelar e ir a otro sistema planetario podríamos esperar y ver que capturamos con nuestra red de pesca en nuestro vecindario y examinar lo atrapado, concluyó.