Londres.

Brendan Cox, el viudo de la diputada británica laborista Jo Cox asesinada en 2016 durante la campaña del Brexit por un individuo afín al grupo neonazi Alianza Nacional, renunció a dos fundaciones benéficas que presidía en nombre de su esposa ante varias acusaciones que ha recibido por acoso sexual, confirmó su cuñada, Kim Leadbeater, al diario The Independent.

El dominical Mail on Sunday informó que un año antes del fallecimiento de su esposa, Cox presuntamente acosó sexualmente a una compañera cooperante de Save the Children, en un bar ubicado en esta capital.

He cometido errores y responderé por ellos, afirmó Brendan Cox, de 39 años, quien se disculpó por el dolor y la indignación causada tras renunciar a la Fundación Jo Cox y a la organización More in Common, creadas en recuerdo de su esposa, la política asesinada por un radical de derecha cuando hacía campaña en favor de la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea en 2016.

Cox, padre de dos niños, negó haber realizado tocamientos inapropiados a una estadunidense en Harvard en 2015, pero reconoció que durante su trabajo para Save the Children en 2015 tuvo un comportamiento inadecuado con mujeres, por lo que dejó la organización ese mismo año. Cox no especificó si su esposa se enteró entonces de las acusaciones.

Leadbeater salió en defensa de su cuñado, a quien describió como un padre estupendo al que respeta por admitir errores cometidos en su pasado, y dijo que ella continuará con el trabajo en las organizaciones creadas en memoria de su hermana para preservar su legado.

En tanto, el presidente ejecutivo de la agencia británica Oxfam, Mark Goldring, dijo que las críticas que surgieron después de un escándalo de abuso sexual por el comportamiento de sus empleados en 2011 en Haití y en Chad han sido desproporcionadas, en una entrevista publicada el sábado en The Guardian.

El ejecutivo se disculpó nuevamente por las acusaciones de abuso sexual contra el personal de Oxfam en Haití que sacudieron al sector humanitario la semana pasada, pero opinó que la intensidad y ferocidad de los ataques hacen pensar: ¿qué hicimos? ¿Asesinamos a bebés en sus cunas?

Ciertamente la escala e intensidad de los ataques parecen desproporcionados al nivel de culpabilidad, añadió.

Oxfam, una confederación de 20 agencias de ayuda humanitaria con presencia en 90 países, no ha confirmado ni negado las acusaciones sobre lo que ocurrió en Haití, pero ha dicho que una investigación interna en 2011 confirmó que hubo conductas sexuales indebidas.

También acordó no presentar proyectos para nuevos fondos oficiales hasta que el gobierno británico esté satisfecho con los estándares éticos de la agencia, dijo el viernes la ministra de Desarrollo, Penny Mordaunt.

Cualquier cosa que digamos es manipulada. Hemos sido atacados salvajemente, afirmó Goldring a The Guardian, que también publicó un aviso de Oxfam ofreciendo disculpas por el horrible comportamiento que ocurrió en nuestro nombre.

El presidente de Haití señaló el viernes que la conducta sexual indebida de personal de Oxfam es la punta del iceberg y pidió que se investigue a Médicos Sin Fronteras y a otras agencias de ayuda que llegaron al país después del terremoto de 2010.

En ese contexto, la ONG evangélica World Vision negó acusaciones de que sus empleados hayan forzado a los sobrevivientes del terremoto de 2010 en Haití a tener sexo o pagar por la ayuda, como denunció el Mail on Sunday.

Tras conducir una vasta investigación, World Vision concluyó que fueron voluntarios y beneficiarios asociados a su programa dinero en efectivo a cambio de ayuda, quienes estuvieron envueltos en casos de explotación sexual y no su personal.