El chico malo del Bronx sacudió el teatro Metropólitan
Domingo 11 de febrero de 2018, p. 5
La fuerza y sensualidad que emergen del trombón del salsero Willie Colón retumbaron en el teatro Metropólitan y sacudieron a sus febriles seguidores.
El chico malo del Bronx abrió la noche del viernes con el instrumento que lo ha convertido en leyenda de la música caribeña. El sonea, Willie Colón
se convirtió en clamor unánime.
Las estatuas que adornan los costados del escenario también parecían cobrar vida con el fervor de los 10 músicos que tocaban bajo la dirección del hombre de traje negro y lentes oscuros.
El cantautor, productor, arreglista y estandarte de la salsa de conciencia y contenido social fue ovacionado desde que se inició el concierto, en punto de las 20:30 horas, con el pegajoso ritmo de Che che colé, con el cual se comenzó a prender el ambiente.
Tal vez el amor y agradecimiento a México lo animaron a que se proyectaran en la pantalla imágenes de diversos lugares y recintos de la capital de país, mientras las luces multicolores alumbraban a la orquesta que sacudía el escenario. Los cuerpos comenzaban a moverse y las parejas bailaban en los pasillos.
Tengo casi 68 abriles, así que a disfrutar
, dijo el legendario músico, quien celebra más de 50 años de trayectoria y regocijó con los temas que son historia en la salsa.
Con Idilio, miles de voces se sumaron al canto del salsero, provocando suspiros por la letra de esa canción, que ha inspirado durante décadas a los enamorados. Y cuando venga la aurora llena de goce se fundan en una sola tu alma y la mía
, se escuchó en el multitudinario coro.
¡Willie, sonea!
, gritaron entre los asientos mientras otra voz decía a todo pulmón: ¡Dale, Willie Colón!
.
En tanto, el músico neoyorquino de origen puertorriqueño continuó con Oh, ¿que será?, Demasiado corazón y Talento de tv, la cual hizo encender la fuerza del baile en el Metropólitan, mientras infinidad de celulares aparecieron para captar la pieza, que tan sólo con marcar los primeros acordes del trombón improvisa el baile; los cuerpos siguieron moviéndose al puro estilo caribeño.
También, Colón se dio tiempo para rendir homenaje a Juan Gabriel e interpretó con estilo sabrosón Hasta que te conocí.
En la noche festiva, Willie Colón compartió la anécdota de cuando fue apresado junto con sus músicos en Medellín, Colombia, luego de que su vuelo se retrasó, lo que provocó que su presentación se suspendiera y una revuelta le costó su detención en la celda llamada especial número 5, donde escribió la canción del mismo nombre.
Luego, el músico conocido también por su trabajo con Héctor Lavoe y Rubén Blades, interpretó Gitana, clásico con el que volvió a parar al público de sus asientos. Pero con El gran varón el éxtasis rítmico que envuelve la historia de Simón y el abandono de su padre Andrés provocó la sinergia corporal, los aplausos y el canto.
“Cinco millones de historias ocurren a diario el Distrito Federal y esta es una de ellas: El gran varón”. Willie comenzó a despedirse del público, pero regresó ante la aclamación de sus seguidores. Bromeó e hizo como que regresaba, pero, sólo para llevarse su instrumento. Finalmente, Willie y su orquesta se despidieron con Quiero saber y La murga, con las cuales agradecieron el cariño del público.