Madrid.

En el pueblo pesquero La Línea de la Concepción, en Cadiz, un presunto narcotraficante llegó a un hospital público herido y custodiado por policías que lo acababan de detener después de una persecución. Cuando lo atendían médicos y enfermeras, mientras gritaba e insultaba a todo el que se le acercaba, un comando armado llegó al centro médico y lo liberó.

Línea de la Concepción es una pequeña localidad bañada por las aguas del estrecho de Gibraltar, que son los 12 kilómetros de alta mar que dividen Marruecos de España. Esa pequeña franja es un continuo fluir de lanchas rápidas que se dedican al tráfico de droga, sobre todo hachís. Uno de los principales problemas de la costa gaditana es la violencia que generan los clanes del narcotráfico.

Entre los miles de jóvenes gaditanos procedentes del norte de África que viven del tráfico de drogas, se encuentra Samuel C. D., quien circulaba con otra joven en una moto por el centro del pueblo, cuando la policía detectó algo sospechoso y le marcó el alto. Él decidió acelerar e inició así una persecución por el centro del pueblo pesquero en la que hubo varios impactos contra vehículos estacionados, disparos y una aparatosa caída del sospechoso.

Los policías lo trasladaron al hospital público, donde fue atendido en la zona de urgencias.

Samuel tiene numerosas detenciones por tráfico de droga al menudeo y antecedentes de violencia y robo, delitos por los cuales fue sancionado con multas, a pesar de que es conocida su pertenencia al cártel de Las castañas.

Al momento de su detención, su acompañante, una mujer que todavía no ha sido identificada, habría llamado por teléfono a otros integrantes del clan, que llegaron encapuchados y con armas de grueso calibre al hospital, y sin mediar palabra buscaron al detenido, enfrentaron a sus captores, cuatro oficiales, y lograron huir.

La policía sólo logró detener a uno de los presuntos narcotraficantes que acudieron al rescate.

Francisco Mena, coordinador de las asociaciones antidroga Alternativas, advirtió que el narcotráfico opera a sus anchas por este municipio, donde se agrede a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y se vende droga a plena luz del día.