Llamó al gobierno federal a redoblar esfuerzos para combatirla
ocurrencias
Lunes 29 de enero de 2018, p. 10
La Paz, BCS.
El precandidato a la Presidencia de la República de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya, hizo un llamado al gobierno federal para que redoble esfuerzos en el combate a la violencia que se da en todo el territorio nacional.
Este domingo, de gira proselitista por Baja California Sur, el aspirante de los partidos Acción Nacional, de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano a la postulación por la Presidencia señaló que la violencia creció en 30 de los 32 estados del país desde que el gobierno de Enrique Peña Nieto anunció su nueva estrategia para combatirla, en 2014. Sostuvo que México vive una inseguridad sin precedente y señaló que no es una exageración afirmar que estamos peor que nunca en ese rubro.
El panista aseguró que el incremento en los índices de violencia es un problema general en todo el país y, por tanto, es responsabilidad del gobierno federal. Indicó que este es un asunto que no debe tratarse con base en ocurrencias, sino a partir de un debate serio y profundo con criterios técnicos y científicos, pero además con encuadre hemisférico, mediante un diálogo de fondo con otros países, particularmente con Estados Unidos.
Anaya advirtió que el Partido Revolucionario Institucional siempre trata de hacer trampa en los procesos electorales, pero por eso vamos a estar atentos, vigilantes de que se respete el voto de los ciudadanos
, y confió en que ganará de manera contundente los comicios de julio próximo.
Anaya elogió el trabajo del gobernador panista Carlos Mendoza Davis, pues –sostuvo– Baja California Sur ocupa los primeros lugares nacionales en crecimiento económico, generación de empleos por número de habitantes y disminución de la pobreza.
Ante cientos de militantes de los partidos coligados en Por México al Frente, reunidos en un hotel de La Paz, Anaya se comprometió a fundar un régimen económico especial para Baja California Sur y a volver a la tranquilidad que prevalecía antes de 2014, cuando la inseguridad escaló en casi todos los estados de la República mexicana.