os temas en torno al Mundial van en auge. A Javier Chicharito Hernández le urge un equipo que requiera su talento y se menciona al Atlético de Madrid como su posible destino, mientras Miguel Layún está muy cerca de aterrizar en el sevillano Betis. En tanto, Jorge Vergara y Matías Almeyda mantienen castigado a Oswaldo Alanís.

A estas alturas para todos está claro que los mexicanos que militan en el extranjero, jueguen o no, tienen un lugar seguro en la lista de 23 que irá a la Copa del Mundo; no obstante, la ilusión muere al último y varios jugadores de la Liga Mx tendrán oportunidades en partidos que parecían intrascendentes, pero que ahora cobran relevancia.

El seleccionador Juan Carlos Osorio ha lanzado un salvavidas a Alanís ante la descarada opresión decidida por la directiva del Guadalajara en complicidad con Almeyda. El colombiano está siendo mucho más efectivo que la Asociación de Futbolistas y, a pesar de que Matías no lo pone a jugar –aunque pierdan las Chivas–, Osorio citó al zaguero para el partido frente a Bosnia.

La lista mundialista, que se conocerá en mayo, está cocinada y apenas se moverá una que otra pieza. La suerte también juega y ahí quedó la estampa triste de ver salir en camilla, lesionado, al tuzo Víctor Guzmán, justo cuando había sido convocado. También se valen los golpes mediáticos, como el de Jonathan González, quien afirmó que lleva el nopal en la frente.

Hay otros que tienen en claro el panorama, como Oribe Peralta y Jesús Corona; los veteranos se dan el lujo de rehusar acudir a una convocatoria. Ambos, medallistas de oro en Londres 2012, dejan la lucha final para los desesperados. Jurgën Damm, quien da más notas de policía que de deportes, parece otro de los infaltables.

El Míster hace la ronda en los estadios, observa y plasma en su cuaderno toda clase de anotaciones, mientras Gerardo Torrado cumple su papel de enlace con los jugadores; el metódico Osorio tiene todo planificado. Los federativos están tan encandilados que anticipadamente le han ofrecido firmar otro cuatrienio. Por fortuna fue él quien se negó y pidió esperar.

Los que se mueven como en pantano, lerdos, torpes e inseguros, son los federativos. No pudieron cerrar un partido de preparación para el Tri, que estuvo muy cerca de concretarse, contra Inglaterra. Hubiera sido un sinodal excelente. Tampoco han logrado amarrar otro juego ante Japón... Bosnia, Escocia y Dinamarca son los rivales amistosos en puerta.

El América congregó más gente en una práctica a puertas abiertas que en el insulso partido frente al Atlas. El horario de las nueve de la noche es, en definitiva, inadecuado. Ni la promesa de tener en la banca a los refuerzos Jérémy Ménez y Andrés Ibargüen resultaron un gancho; no hay poder de convocatoria hacia el público, tampoco tuvo éxito su demanda de quitar el castigo a Mateus Uribe. La semana se salva con el triunfo raquítico sobre los rojinegros.

Los Zorros fueron la fantasía de Tv Azteca. La empresa imaginó llevar al equipo tapatío a pelear entre los grandes y en aras de esa quimera hasta se deshizo de su joya, el Cruz Azul, que pasó a Televisa. Su hombre experto en futbol, Álvaro Dávila, fue relegado al Morelia y el Atlas hoy es colista general. Un gran reto tiene enfrente el desencanchado Rubén Omar Romano.

Pumas no pudo con los Lobos, pero sigue entre los punteros y espera el aporte de Érick Cubo Torres, quien llega a un equipo con buena autoestima. Monterrey, Tijuana y América dieron el salto a la primera fila, mientras Necaxa sorprendió al golear al León, donde ya todos esperan ver alinear a Landon Donovan.

La nota feliz la logró el equipo femenil Sub-20, que por primera vez se alzó con un cetro en el área de la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Futbol (Concacaf), donde convive con las siempre favoritas estadunidenses. Las televisoras, que siguen relegando los partidos de las féminas, no transmitieron la final, en la cual sobresalió la guardameta Emily Alvarado.

La liga femenil vive su segundo torneo gracias al sacrificio de cientos de mujeres que ganan un sueldo vergonzoso y miserable. Dice el empresario Emilio Maurer que el futbol es negocio y los dueños no lo van a dilapidar en sueldos para ellas, pues no es casa de beneficencia. Esa es la filosofía del abusivo: ganar, pero sin invertir.

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