Melbourne.

Roger Federer puede darse el lujo de contar con los dedos de las manos y de los pies los títulos obtenidos en Grand Slam con la victoria en el primer certamen del año: el Abierto de Australia, del cual es el rey. Federer es un tenista que muchos ven como un fenómeno de longevidad al ofrecer su mejor versión a sus 36 años.

El suizo es el segundo vencedor de Grand Slam de más edad tras el australiano Ken Rosewall (37 años y 62 días en 1974).

La distancia que separa su primer título del último, 14 años y medio desde que lograra su primer Wimbledon en 2003, es la segunda más amplia de la historia, de nuevo por detrás de Rosewall (19 años).

En su larga lista de récords, Federer también manda en número de Grand Slam (72) o en haber ganado cuatro grandes tras haber cumplido 30 años (junto a Rosewall y Rod Laver).

La victoria sobre el croata Marin Cilic por 6-2, 6-7 (5-7), 6-3, 3-6 y 6-1 significó mucho más que la conquista del Abierto de Australia para el suizo en la defensa de su título, porque era un manojo de nervios antes del partido. Así lo demostró el llanto en el que estalló tras recibir su trofeo.

Es un absoluto sueño, el cuento de hadas continúa, señaló como si fuera un novato ganando su primer torneo. He ganado tres trofeos de Grand Slam en 12 meses, no lo hubiera creído. Hace falta que siga teniendo hambre y que cuide mi planificación. La edad no es un problema. Tengo momentos excitantes por vivir”, agregó la leyenda de Basilea.

Ante Cilic, tal como se esperaba, el suizo afrontó su prueba más dura del torneo. Para empezar, se jugó en un escenario diferente al imaginado. No porque el estadio no fuera el Rod Laver, sino porque los organizadores decidieron desplegar el techo retráctil y encender el aire acondicionado ante el intenso calor y la altísima humedad registrada en Melbourne.

La temperatura marcaba todavía 38 grados centígrados, después de que la rumana Simona Halep debiera pasar unas horas en el hospital por un cuadro de deshidratación tras perder la final femenina el sábado, la organización aplicó finalmente la muy discutida política de calor extremo.

Federer, mimetizado con el ambiente, salió a la pista prendiendo fuego y arrasó a Cilic en el comienzo del partido. Volvió loco al croata con todo su repertorio de golpes –slices, drops, globos, subidas a la red– y en 16 minutos ya estaba 4-0. El suizo no lo dejaba golpear dos bolas seguidas en la misma posición y ocho minutos después cerraba el set.

En el segundo capítulo, sin embargo, Cilic elevó su nivel y se hizo fuerte con su servicio. Llegaron así al tie break, donde el campeón del Abierto de Estados Unidos 2014 impuso condiciones para igualar las acciones con un smash. Era el primer set que perdía Federer en todo el torneo.

El croata creció en confianza y sus tiros comenzaron a causar cada vez más daño. Sin embargo, Federer dio el golpe en el momento justo para frenar el ascenso del gigante. Quebró para 4-2 tras un error de Cilic y lo gritó con un fuerte come on.

El partido volvía a estar en control de Federer, quien cerró el set con un ace y volvió a quebrar de entrada en el inicio del cuarto. Sin embargo, Cilic se recuperó cuando perdía 3-1 y con un tenis furioso encadenó cinco games para dar vuelta el set y llevar el encuentro a un quinto y definitivo capítulo.

Cilic estaba hecho un torbellino y llegó a disponer de punto de quiebre en el arranque del quinto set. El panorama lucía muy complicado para el helvético, quien escapó y logró romper al juego siguiente el potente saque del croata. Todo estaba nuevamente bajo control para Roger Federer, quien puso el pie en el acelerador para no soltar ya a su presa y agigantar aún más la leyenda.

Con la victoria en Melbourne, Federer ingresa al exclusivo club de los 20 y extiende a cuatro su ventaja sobre el español Rafael Nadal (16 Grand Slam) en la que es tal vez la estadística más significativa del tenis. Por delante suyo figuran tres mujeres: la australiana Margaret Court, ganadora de 24 grandes, la estadunidense Serena Williams (23) y la alemana Steffi Graf (22).

Además está a un paso de regresar al número uno del mundo después de más de cinco años. Este lunes, cuando se actualice el ranking, sumará 9 mil 605 puntos por 9 mil 760 de Nadal, eliminado en cuartos de final en Australia. Apenas 155 unidades de diferencia. De conseguirlo, se convertirá en el número uno más veterano de la historia.