El aumento en el precio de alimentos como el huevo o la tortilla y en otros servicios, genera sobrecarga laboral en las madres de familia encargadas del hogar.

De acuerdo con la especialista en economía y género Hilda Rodríguez Loredo, académica de la Facultad de Economía de la UNAM, las mujeres realizan un trabajo intensivo para abastecer los bienes y comida necesarios.

Buscar los precios más accesibles implica, para algunas, trasladarse a lugares alejados de sus hogares o dejar de consumir ciertos productos. También se dificulta el cuidado por la división sexual del trabajo, porque algunas “no sólo realizan actividades fuera de casa para tener ingresos, sino que además tienen que garantizar estos cuidados.

No ir al mercado o a la tienda cercana para acudir a la Central de Abastos implica más tiempo. Eso agrava la condición de trabajo, se intensifica el esfuerzo que se hace para garantizar los bienes necesarios.

El alza en los precios genera también preocupación. Muchas veces no solamente por los hijos pequeños, sino por las personas mayores, con alguna discapacidad o enfermedad y esto de principio trae sobrecarga, agregó Rodríguez Loredo.

Margarita Guízar, ama de casa y madre de tres adolescentes, señala que preparar una comida para cinco personas, de sólo sopa y guisado, invierte unos 200 pesos diarios, sin tomar en cuenta que cada 15 días acude al supermercado para abastecerse de otros productos. Gasto más y tengo que ir a buscarlos a otros lados. Eso me quita mucho tiempo, dijo.

Socorro Moreno, también madre de tres hijos, quien además vende desayunos, platicó que gasta aproximadamente 200 pesos y que en los últimos meses ha dejado de consumir carne.