Gerónimo Gutiérrez, embajador de México en Washington, calificó ayer de infundadas las críticas en torno a que el gobierno de Enrique Peña Nieto ha sido débil ante la Casa Blanca.

Siempre habrá voces en ese sentido; hay que escucharlas y ponderarlas, pero eso no quiere decir que tengan fundamento, resaltó el diplomático.

El ex subsecretario de Relaciones Exteriores fue entrevistado en el contexto de la 29 Reunión Anual de Embajadores y Cónsules, en donde también calificó de preocupante la decisión de la administración Trump de dar por concluido el programa de protección especial para los salvadoreños.

Es una determinación muy dura y difícil que preocupa a la región. Aunque dijo no conocer a profundidad la medida, señaló que es importante que haya la menor afectación posible para las familias.

Gutiérrez hizo un recuento de las medidas de protección a los migrantes mexicanos en la nación del norte, en las que, destacó, se ha involucrado a organizaciones de la sociedad civil y ello ha permitido multiplicar esfuerzos.

Sobre los jóvenes inscritos en el Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés), expuso que aún es posible una solución legislativa para los beneficiarios de ese plan, pero no es fácil.

El diplomático dijo que la relación con Estados Unidos continúa en un momento definitorio en el que las partes están tratando de superar las diferencias que son públicas y conocidas, a través de una comunicación fluida.

Durante la entrevista efectuada en la cancillería, el embajador manifestó que una narrativa antiestadunidense no soluciona los problemas.

Estamos más interesados en llegar a acuerdos que beneficien a los mexicanos que en una discurso antiestadunidense, añadió el ex subsecretario para América Latina y para América del Norte.

Ante los señalamientos de diversos analistas en torno a que el gobierno mexicano se ha mostrado blandengue frente a Estados Unidos en aras de lograr una buena renegociación del Tratado de Libre Comercio para América del Norte, e incluso ha tomado medidas apegadas a la política exterior de aquel país, como la expulsión del embajador de Corea del Norte, Gutiérrez señaló que buscar convenios de beneficio nacional, estableciendo límites muy claros, no es debilidad.

También explicó que dentro de la administración Trump, del Congreso, los partidos políticos, y empresarios estadunidenses, existen posiciones y visiones distintas respecto de la relación con México.

Se trata de un mosaico muy variado que nos obliga a ser cautos y cuidadosos en nuestros posicionamientos, pero no débiles, insistió el embajador.

En este contexto, expuso que la salida del embajador de Corea del Norte de territorio mexicano es resultado de una política más amplia en el ámbito multilateral que tiene que ver con el incumplimiento de ese país de resoluciones aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU.

Por lo que hace a la renegociación del tratado de libre comercio, el representante mexicano en Washington expuso que se han registrado consensos en temas relacionados con la modernización del acuerdo, pero persisten diferencias en los relacionados con reglas de origen y la cláusula de terminación automática, entre otros.