Didácticos o tecnológicos, de madera o con diseño en 3D, la búsqueda del juguete deseado para esta navidad es una constante en las principales calles de la capital. Los recursos son escasos para muchos compradores, que comprueban que los costos pueden ir desde los cinco mil pesos para un robot que habla y camina a los 250 pesos por un muñeco interactivo.

En tiendas y plazas comerciales se busca con la misma ilusión ese juguete tan especial, pero al mejor costo posible, aunque esto no siempre ocurre; se vive en un mercado donde los precios se han mantenido al alza de forma constante, aseguran padres de familia.

Yareli, madre de dos hijos, Alberto e Isaac, destina más de tres mil 500 pesos para la compra de juguetes en esta temporada navideña.

Desde que eran más pequeños me di cuenta que se entretenían más con todo lo que despertaba su imaginación. Las piezas para armar fueron sus favoritos. Han tenido muñecos interactivos que con apretar un botón dicen una frase o coches a control remoto, pero rápidamente los dejan, porque prefieren hacer ellos mismos los sonidos y crear sus propios juegos, apunta.

Cumplir el sueño del juguete deseado, afirma, conlleva muchas más horas de trabajo, lo que implica muchas veces dejar de jugar con ellos por las tardes, afirma esta joven madre de familia y dueña de una estética, quien comienza la búsqueda de ofertas por lo menos cuatro meses antes.

Joaquín es otro buscador incansable por las tiendas de la ciudad. Asegura que para cumplir con el deseo navideño de sus hijos hacemos de todo. Empeñamos, buscamos otra chamba de medio tiempo o pedimos prestado, pero verles su cara de sorpresa y alegría bien vale la pena.

Este año logró juntar lo suficiente para comprar una tableta, un par de patines y la bicicleta roja que tanto le ha pedido su hija Andrea. Se portaron muy bien todo el año con sus abuelos, y se lo merecen, afirma, aunque reconoce que la deuda supera los 15 mil pesos.

Para Jorge, quien estrenó su pelota nueva en la Alameda central, lo más importante no es tener un juguete caro, sino saber divertirse con lo que sea, dice contento, tras recibir un camión de juguete de una donación altruista. Este fin de año, asegura, ya no voy pedir nada más. Estar con mis papás y mis hermanas, jugar a las atrapadas y que ya no dejen tanta tarea, en la escuela, eso es lo que más me gustaría pedir esta Navidad.

Se estima que en México, la industria del juguete alcanza ventas por más de 2 mil 400 millones de pesos, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Economía, y genera más de 10 mil 599 empleos.