El ex presidente Mas y la lideresa de Esquerra, Marta Rovira, entre los nuevos procesados
Madrid tiene graves problemas por el triunfo de los independentistas en las elecciones: Puigdemont
Sábado 23 de diciembre de 2017, p. 24
Madrid.
El juez del Tribunal Supremo español, Pablo Llarena, quien investiga a los líderes catalanes que impulsaron el proceso independentista en la región, amplió la querella al ex presidente Artur Mas y a otras figuras del soberanismo, informó un día después de las decisivas elecciones del jueves en Cataluña, que revalidaron a los partidos independentistas.
El presidente catalán cesado, Carles Puigdemont, indicó: España tiene ahora un pollo de cojones (un problema muy grave)
con la revalidación de la mayoría del nacionalismo –que obtuvo 70 de los 135 escaños del Parlamento, dos más de los necesarios para formar gobierno–.
El presidente español, Mariano Rajoy, rechazó la propuesta que le hizo Puigdemont de reunirse con él en algún lugar fuera de España, pues el ex mandatario catalán tiene una orden de arresto en todo el territorio español.
Puigdemont tiene 20 días hábiles para recoger su acta de diputado –tiene que ser presencial– y a partir de ahí se fija como fecha límite el 6 de febrero para que se constituyan las nuevas cortes catalanas. De lo contrario cabría la posibilidad de volver a convocar a elecciones.
Entre los nuevos imputados por el Tribunal Supremo Español están Marta Rovira, lideresa de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC); las ex diputadas de la Candidatura de Unidad Popular (CUP) Anna Gabriel y Mireia Boyá; la dirigente del Partido Demócrata de Catalunya (PDCAT), Marta Pascal, y la presidenta de la Asociación de Municipios por la Independencia, Neus Lloveras.
Llarena basa su decisión en informes que incluyen documentos decomisados y grabaciones realizadas por los servicios de espionaje españoles en diversas conversaciones entre los impulsores del proceso soberanista.
La imputación supondrá que serán llamados a declarar en las próximas semanas para aclarar su presunta participación en la supuesta trama conspiratoria que investiga el magistrado, basándose en los informes policiales en los que se señala como principales responsables de la decisión de llevar a cabo la secesión unilateral a las personas indicadas más las que ya están siendo procesados por estos hechos.
Entre ellos los ex miembros del gobierno catalán, de los cuales dos permanecen en prisión incondicional –el ex vicepresidente Oriol Junqueras y el ex consejero de Interior Joaquim Forn–, cinco más que salieron en libertad bajo fianza y los cinco políticos catalanes que se refugiaron en Bélgica desde finales de octubre, entre ellos Puigdemont. Además de los cinco diputados de la Mesa del Parlamento, entre los cuales está la ex presidenta Carme Forcadell.
Todos ellos están acusados de los delitos de rebelión, sedición y malversación de fondos públicos, por los que podrían llegar a ser condenados a penas de más de 50 años de cárcel. La ex diputada Boyá advirtió en Twitter: No tengan ninguna duda. Es una venganza
.
Mandato nítido
La participación histórica de los comicios de ayer, con 81.94 por ciento del censo electoral, supuso un mandato nítido y contundente
de la sociedad catalana, que también reflejó la profunda fragmentación política que tiene. En bloques, prácticamente están divididos por la mitad entre los que optan por la independencia y los que no. Pero también cada bloque está fraccionado en tres y hasta cuatro opciones de distinto cariz ideológico y programático.
A pesar de que el partido más votado y con más escaños fue el derechista y españolista Ciudadanos, en ningún escenario se prevé un gobierno presidido por su candidata, Inés Arrimadas.
Por ejemplo, el independentismo tiene tres grandes afluentes ideológicos: el nacionalismo conservador, católico y liberal que representa la marca electoral presidida por el ex presidente Carles Puigdemont –Junts per Catalunya, que logró 34 escaños–; por otro lado está la izquierda republicana e institucional de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), con 32 diputados, y finalmente los anticapitalistas, feministas y comunistas de la Candidatura de Unidad Popular (CUP), con cuatro escaños.
En el sector españolista la fragmentación es similar. Por un lado, el partido emergente de derechas, liberal y antinacionalista de Ciudadanos, que obtuvo 37 escaños y fue el más votado; el socialdemócrata del Partido Socialista de Cataluña (PSC), que aboga por un Estado federal y que logró 17 diputados, y por último el derechista y de raíz católica Partido Popular (PP), que obtuvo su peor resultado y que incluso está al borde de desaparecer en la región, con sólo tres legisladores.