Siete orquestas se alejan del director artístico, acusado por cuatro cantantes
Sábado 23 de diciembre de 2017, p. 4
San Francisco.
La carrera estelar del renombrado director de orquesta Charles Dutoit ha caído en picada tras las acusaciones por agresiones sexuales en su contra hechas por tres cantantes y una ejecutante.
Orquestas sinfónicas de Boston a Sydney cortaron sus lazos con el maestro y él ha cancelado su participación como invitado con otras importantes agrupaciones.
La Filarmónica Real de Londres, donde Dutoit, de 81 años, es titular artístico emitió ayer un comunicado para informar que ambas partes habían acordado conjuntamente liberarlo de sus futuras obligaciones de conciertos con la orquesta en el futuro inmediato
.
El comunicado añadió que los hechos deberían ser determinados por un proceso legal y que Dutoit necesita recibir una oportunidad justa para buscar asesoría legal y responder a estas acusaciones
.
Mientras, las orquestas de Nueva York, Chicago, y Cleveland anunciaron que Dutoit ha cancelado su participación en próximos conciertos. Además de las de Sydney y Boston, la Sinfónica de San Francisco rompió lazos con Dutoit argumentando la seria naturaleza de las acusaciones
. El director se iba a presentar con la Filarmónica de Nueva York el próximo mes, sus otras actuaciones estaban repartidas en todo 2018.
Fuera de los comunicados de las orquestas, atribuidos a Dutoit sobre su retiro voluntario, el director se ha mantenido callado.
Búsqueda de directores sustitutos
La reacción a las denuncias por agresiones sexuales que hicieron las cuatro mujeres fue inmediata en el mundo de la música clásica, y llegó acompañada por afirmaciones sobre la mala reputación que Dutoit ha tenido por décadas de comportamiento inapropiado. Las noticias también dejan a las orquestas en aprietos tratando de encontrar directores sustitutos.
Joe Kluger, ex presidente de la Orquesta de Filadelfia entre 1989 y 2005, dijo que la reputación de Dutoit como alguien extremadamente insinuante
fue factor para que la organización decidiera en dos ocasiones no ofrecerle el puesto de director musical en esos años.
Añadió que los rumores sobre el comportamiento inapropiado de Dutoit con las mujeres eran del dominio público en el ámbito de la música clásica
.
Recuerdo haber dicho a nuestros empleados que tuvieran cuidado con él e instarles a reportar de inmediato cualquier comportamiento inapropiado.
Kluger dijo desconocer alguna queja formal presentada por empleadas o ejecutantes contra Dutoit, y que nunca había oído que éste hubiera agredido a mujeres.
Las cuatro mujeres dijeron que Dutoit las agredió durante ensayos y presentaciones con orquestas en Chicago, Los Angeles, Minneapolis, Filadelfia y Saratoga Springs, Nueva York. Añadieron que nunca presentaron denuncias formales porque eran jóvenes y Dutoit era el maestro, además de que pensaron que ellas perderían su trabajo y no él.
Dijeron que los incidentes ocurrieron entre 1985 y 2010 en un auto en movimiento, el vestidor de Dutoit, el elevador de un hotel y la suite del director en el hotel Four Seasons en Chicago.
Las mujeres, dos de las cuales revelaron sus nombres, dijeron que el director nacido en Suiza las restringió y forzó su cuerpo contra ellas, llegando incluso a meterles la lengua en la boca y la mano de una de ellas en el pantalón de él.
Una dijo que Dutoit la acosó cuatro veces durante sus presentaciones con la Filarmónica de Filadelfia en 2006 y 2010.
Las acusaciones convierten a Dutoit en el segundo miembro destacado del mundo de la música clásica acusado por agresiones sexuales en poco tiempo. La Ópera Metropolitana de Nueva York suspendió este mes al director James Levine cuando surgieron acusaciones por acoso.
De las mujeres que relataron sus experiencias está la soprano y dos veces galardonada con el Grammy Sylvia McNair, de 61 años, quien dijo que Dutoit la acorraló y le abrió las piernas en un elevador de hotel después de un ensayo con la Orquesta de Minnesota en 1985.
La mezzosoprano Paula Rasmussen narró que Dutoit la llamó a su vestidor en la Ópera de Los Ángeles, en 1991, antes de un ensayo de Les Troyens; la aventó contra la pared y la obligó a meter su mano en sus pantalones, además de introducir su lengua en la boca de ella.