Ampliar el intercambio comercial de los productos agrícolas representa uno de los temas fundamentales en la modernización del Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y México (TLCUEM), aun cuando se le agreguen capítulos sobre sectores de nueva generación como el comercio electrónico y las telecomunicaciones, aseguró Fernando Ruiz Duarte, director de Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior (Comce).

México es deficitario en el intercambio comercial con la Unión Europea, ya que en los 17 años que tiene en vigor el TLCUEM lo que anualmente importa de esa región prácticamente ha duplicado y hasta triplicado lo que exporta, indican estadísticas de la Secretaría de Economía (SE).

El año pasado, por ejemplo, las importaciones rebasaron 35 mil millones de dólares y las exportaciones fueron por 15 mil 758 millones de dólares.

En entrevista, Ruiz Huarte señaló que Europa presiona para que en los quesos que se producen en México se dejen de utilizar los términos de manchego, parmesano o mozzarella, entre otros, con el fin de que se respeten y cumplan los llamados reconocimientos específicos o geográficos, denominaciones de origen que han ganado los productores del viejo continente, donde fue creado este derivado de la leche.

La solución que propone el gobierno mexicano para proteger a los productores nacionales y que puede salvar esas diferencias con sus contrapartes europeas es que en las etiquetas de los quesos se ponga que es estilo manchego, no manchego como tal, dijo.

El tema ha representado un atorón en la renegociación del TLCUEM, pero aún así el director del Comce aseveró que todo apunta a que la renegociación concluya esta semana y con ello se cumplirá el propósito de tener lista la modernización del tratado bilateral como se lo propusieron México y la Unión Europea desde hace año y medio que comenzó el proceso.

De hecho, desde el martes 19 y hasta hoy, se lleva a cabo la séptima ronda de renegociación del TLCUEM y en ella participará el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, y Cecilia Malmström, comisaria de Comercio de la Unión Europea (UE).

A su vez, México pretende que la Unión Europea otorgue mayor preferencia a los productos mexicanos con el fin de incrementar los cupos de exportación de frutas y verduras, muy reducidos a la fecha porque el viejo continente se abastece de países latinoamericanos y caribeños que antes fueron sus colonias.

Un caso típico es el plátano, para el cual nos dieron una preferencia arancelaria que no fue suficiente de 20 mil toneladas, pero que apenas es la carga de un barco. Eso es nada y por eso se está buscando ampliar muchísimo más el intercambio, quitar el cupo de ser posible y tener una preferencia arancelaria mejor... Lo que estamos pidiendo es que nos den el mejor trato que tienen para otras naciones, como sus antiguas colonias, para tener oportunidad de incrementar nuestras exportaciones agroindustriales, comentó.

De satisfacerse esta petición se beneficiarán productores mexicanos de diversos frutos como papaya y aguacate, pero no en granos básicos, cuyo intercambio es mínimo por la distancia. No obstante, el director del Comce reconoció que México también debe resolver problemas de logística y transporte para garantizar el abasto de productos frescos a los anaqueles de aquel continente porque a la fecha la mayor parte son enviados a través de barcos y la travesía tarda entre 20 y 30 días. Así que, dijo, el tiempo de traslado debe reducirse a 15 o 17 días o bien se deben incrementar los envíos a través de aviones.

Precisó que aunque también hay exportaciones mexicanas en productos manufactureros, como autopartes, el porcentaje es muy bajo. Ahí también tenemos un nicho que aprovechar, más ahora que nos están obligando a hacerlo, dijo el dirigente empresarial en alusión al riesgo de que deje de existir el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) por la postura del gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.