La búsqueda de desaparecidos en México está comenzando a privatizarse, pues ante la ineficacia e inoperancia del Estado, las familias salen a buscar a sus propios desaparecidos, de acuerdo con Ariel Dulitzky, director de la Clínica Jurídica de Derechos Humanos de la Universidad de Texas en Austin.

Dulitzky, jurista reconocido por su contribución académica a la defensa de los derechos humanos y su trabajo en materia de desaparición forzada, presentó en la Universidad Iberoamericana su libro Derechos humanos en Latinoamérica y el sistema interamericano: modelos para (des)armar.

Añadió que la demanda de la aparición con vida, que significa búsqueda, se ha transformado en México y en el cono sur: va desapareciendo, luego se transforma, y nosotros empezamos a elaborar el derecho a la verdad. Y el derecho a la verdad no es sólo saber dónde está, la suerte o el paradero del desaparecido, sino conocer todas las circunstancias que condujeron a la desaparición de una persona. Luego nos comenzamos a concentrar en las reparaciones, en la memoria o en las garantías de no repetición, y quedó diluido el lema inicial, que era la aparición con vida, la búsqueda de la persona desaparecida.

Señaló que justicia busca responsables, pero no la suerte de los desaparecidos. A modo de ejemplo, Dulitzky señaló que la Corte Interamericana de Derechos Humanos indica que la búsqueda es un aspecto de la investigación, es decir, piensa en el enjuiciamiento y el castigo.

El académico revisa qué han dicho los organismos internacionales sobre la búsqueda, en entender cuál es el deber de la misma y en tratar de sistematizar sus obligaciones. La pregunta que Dulitzky dejó abierta es la que hizo a unos colegas suyos la madre de un desaparecido en Paquistán: ¿qué harían ustedes si quien desapareció es su hijo?