Dramática serie de tiros penales
Victoria de 4-2 sobre Juárez tras 120 minutos
Domingo 3 de diciembre de 2017, p. a35
Alebrijes de Oaxaca ganó la primera final de su historia y lo hizo de forma angustiante, en penales, para vencer 4-2 a FC Juárez y proclamarse campeón del torneo de Ascenso Apertura 2017.
La victoria tuvo una gran carga dramática, con el portero Édgar Hernández convertido en héroe al detener un extraño cobro penal de Rodrigo Prieto, quien llegó al manchón titubeante, preocupado por el peso que llevaba en ese momento: fallarlo le daría la victoria a los de Oaxaca. Y así fue, el arquero alcanzó a detener el balón con los pies, consiguiendo lo que buscaban: ser campeones.
El tiempo se extendió cuando todo estaba a punto de quedar definido, primero hacia un lado y después hacia el otro, para hacerlo más apasionante. FC Juárez tenía la presión después de la derrota que sufirera en Oaxaca por 1-0: tenía que reponerse aprovechando su condición de local.
Durante el tiempo reglamentario el duelo fue cerrado. Ambos equipos se jugaban el futuro en esta final y nadie estaba dispuesto a ceder un palmo de terreno. No caían los goles y FC Juárez no lograba el gol que los metiera de nuevo a la pelea. Parecía que el duelo quedaría a modo para Alebrijes.
En medio de la batalla el tiempo se agotó y todo parecía beneficiar a los Alebrijes que jugaban su primera final en la historia. Pero los minutos finales fueron de gran dramatismo.
En el tiempo agregado, al 95, Raúl Enríquez marcó el gol para FC Juárez lo que daba un empate global y obligó al tiempo extra.
Mientras se jugaba el tiempo extra, el conjunto fronterizo volvió a marcar, Rodrigo Prieto marcó el tanto que podría darles la victoria. Todo parecía favorecer a FC Juárez. Y Alebrijes luchaba contra viento y marea para regresar, para recuperar lo que parecía que ya tenían en la mano y ahora se veía tan lejos.
A punto de agotarse el tiempo extra, Alebrijes regresó a la lucha con un gol de Daniel Cervantes, quien aprovechó un error defensivo para marcar 1-2 (2-2 global) y entonces todo se definió en penales, que se convirtieron en la vía tortuosa para lograr algo histórico para los de Oaxaca.
En ese duelo emocional que son los tiros penales, los primeros en asestar un golpe tienen ventaja.
Luis Madrigal llegó a cobrar el primero de los Alebrijes, se plantó con seguridad y fundió el gol. En ese primer episodio los de Oaxaca habían dado un buen golpe.
Y como si se tratara de un mal augurio, Alejandro Berber pasó a su turno para Juárez y voló el balón. El miedo empezó a recorrer las filas del conjunto fronterizo.
Orlando Pineda buscó el segundo de Alebrijes y lo consiguió con eficacia. Entonces Raúl Enríquez tenía que salvar a Juárez y logró su cometido.
Daniel Cervantes lo volvió a hacer para Alebrijes y Mario Ortiz lo consiguió para Bravos. Rodolfo González volvió a acertar para Alebrijes y entonces Rodrigo Prieto tenía todo el peso del destino en su tiro.
El portero Édgar Hernández trató de intimidarlo, se acercó a decirle algo: hacía ademanes y era evidente que trataba de distraer al tirador. El cobrador tomó distancia, se aproximó al manchón, pero con gran duda, se le veía en el rostro la presión. Apuntó y disparó, el arquero se lanzó y atajó el balón, Entonces, Alebrijes de Oaxaca se levantó como campeón por primera vez en su historia.