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Xavier Castellanos muestra 25 acrílicos sobre tela y papel en espacio de Polanco

Europa y México rechazan por igual para exhibir obra, dice artista

Pintar es lo importante, por encima de la crítica, las galerías y la mercadotecnia, considera en entrevista con La Jornada

La exposición Paisajes urbanos y pinturas de Gente feliz incluye dos series: una alusiva a los problemas de la Ciudad de México y otra sobre figuras totémicas

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He visitado fácilmente 800 galerías privadas, de las que 30 me han abierto las puertas, asevera Xavier Castellanos en entrevista con La Jornada. La exposición del artista, montada en el recinto de Sócrates 156, Polanco, finalizará el 20 de diciembreFoto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Sábado 18 de noviembre de 2017, p. 2

Pintar es lo que importa, afirma el artista Xavier Castellanos. No lo que digan las personas ni la crítica, las galerías o el sistema comercial. Pintar y hacerlo todos los días.

Añade: “Expresar lo que uno siente, sin seguir ninguna moda o consejo. No hacer caso de la comercialización o de lo que se vende. También hay que tener mucha perseverancia, fuerza y tiempo para promover la obra. Además, no tomar los rechazos de manera personal.

He visitado fácilmente 800 galerías privadas, de las que 30 me han abierto las puertas, asevera Castellanos en entrevista con La Jornada.

El pasado jueves abrió Paisajes urbanos y pinturas de Gente feliz, exposición de 25 cuadros, la mayoría acrílicos sobre tela, pero también sobre papel, montada en la Alianza Francesa de Polanco.

Según Castellanos cuando uno tiene 30 o 40 pinturas, es decir, una obra coherente, las puede mostrar al público. Algunas ocasiones se van a abrir puertas por la propia calidad de la obra. Seguir las modas o lo que se vende no es aconsejable a ningún artista. Los verdaderos pintores responden a lo que ellos sienten independientemente de los mercados, las ventas, de los elogios o la falta de público, explica.

En el Primer Mundo hay tradición de coleccionar

Nacido en Ginebra, Suiza, de padres mexicanos, que regresaron al país cuando tenía 16 años, Xavier Castellanos detalla que el rechazo experimentado a la hora de buscar dónde montar una exposición es igual en Europa y en México.

Sin embargo, apunta, por fortuna en países del Primer Mundo hay una tradición de coleccionar y las personas tienen más dinero para comprar obra. Desafortunadamente en México una obra de arte es un lujo y no todo mundo puede comprar una pintura original. Vivimos la mayoría día a día.

Las dos series incluidas en la exposición son relativas, una, a los problemas de la Ciudad de México, mientras la otra presenta figuras totémicas, llenas de símbolos y señas, como cualquiera de nosotros con cientos de problemas, cientos de buenas emociones, que responden al contorno y entorno de una gran metrópoli con su exceso de edificios, falta de espacio y contaminación. He decidido hacer estos personajes, no en formas figurativas tradicionales, porque esto se ha hecho en los recientes 5 mil años, sino hacerlos estilizados.

Continúa: “Todos estos personajes existen, algunos son amigos o amigas míos, o personas con las que tuve una conversación en un avión, en una fiesta, en la calle y todos tienen una historia legítima. El término ‘gente feliz’ conlleva algo de sarcasmo, porque la noción de felicidad cambia cada cinco minutos para cada uno de nosotros.

Además, el sarcasmo responde a la energía que se necesita para sobrellevar la vida en la Ciudad de México. Todos los días combatimos obstáculos. Para tratar de ser feliz aquí hay que tener bastante creatividad, práctica y paciencia.

En sus personajes se reconocen símbolos que se repiten: una caja torácica, huesos de piernas y brazos, en muchos casos en la parte superior se observa una cabeza con múltiples ojos a modo de antenas, una sola boca, a veces muy grande. Los pulmones, el corazón o partes del estómago están de alguna manera estilizados.

Pinturas representativas y con calidad onírica

Castellanos empezó a dibujar y pintar desde temprana edad. Radicado ya en la Ciudad de México, tomó clases particulares de pintura con Brigitte Loire. Con apenas 16 años, siendo estudiante, fue invitado a exponer en la Alianza Francesa de San Ángel; fue una muestra con gran éxito. A raíz de ello, Petróleos Mexicanos le patrocinó una exhibición itinerante en varias ciudades y el estado de Morelos lo invitó a exhibir de forma individual en ocho municipios.

Más tarde estudió pintura en The Art Students’ League (1991-1994), en Nueva York, y después radicó en San Francisco de 1998 a 2015. Castellanos dice tener más influencia del arte mexicano por sus colores brillantes y vivos, no tenues o apagados, obtenidos casi directamente de los tubos. Se refiere a su obra como pintura representativa contemporánea. En algún momento el pintor Raúl Anguiano dijo que le gustaba mucho mi pintura por las armo-nías de los morados, azules y rosas. Sentía que parte de mi trabajo tenía similitudes con la obra de Marc Chagall, Paul Devaux y Odilon Redon, que era muy positivo.

Aunque las pinturas de Castellanos son representativas, también tienen calidad onírica.

La exposición Paisajes urbanos y pinturas de Gente feliz, montada en la Alianza Francesa (Sócrates 156, Polanco) concluirá el 20 de diciembre.