Gobiernos derrotados
arece que los municipios son los que menos han cumplido con su tarea en el combate a la violencia y la inseguridad. En al menos dos ocasiones el presidente Enrique Peña Nieto ha advertido a los mandatarios estatales que no están cumpliendo con su responsabilidad y los convocó a asumirla.
Por su parte, el gobernador Héctor Astudillo Flores ha exortado a los alcaldes a que ejerzan los recursos que les otorga la Federación para el combate al crimen y a que acepten una responsabilidad mayor y más profunda ante la crisis de inseguridad que vive Guerrero, lo que significa que los ediles no están haciendo lo que deberían hacer. El mensaje entre líneas es que los municipios no están gastando las partidas federales en seguridad.
En otras ocasiones el gobierno estatal ha señalado, por conducto del vocero del Grupo Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, que el eslabón más débil en el combate al crimen son los gobiernos municipales porque no están fortaleciendo ni depurando a sus policías. La pasividad de los ayuntamientos llevó a Álvarez Heredia a elevar la voz para hacerles ver que son corresponsables en el combate al crimen.
Según un documento del Secretariado Ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública, en los más recientes exámenes de control de confianza que se realizaron en las 81 policías municipales, de 4 mil 50 agentes sólo aprobaron 2 mil 590 y mil 379 reprobaron.
Al comparecer ante el Congreso, el secretario de Seguridad Pública, Pedro Almazán Cervantes, se quejó de que han tenido que asumir las funciones de las policías municipales porque éstas no cumplen con su responsabilidad.
Como si lo anterior no fuera suficiente, la secretaria ejecutiva del Consejo Estatal de Seguridad Pública, Nybia Solís Peralta, afirmó que las corporaciones municipales siguen siendo las más retrasadas en certificación. La respuesta de los presidentes municipales ha sido el silencio, excepto por el de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre, quien se atrevió a declarar que hace lo que le corresponde.
Si los alcaldes se agazapan ante la inseguridad y el gobierno dice no tener policías ni dinero suficiente para hacer frente al crimen, que cada día parece fortalecerse, la percepción es que el problema no tiene solución.