Miércoles 15 de noviembre de 2017, p. 39
Es contradictorio que México sea productor de petróleo y gas natural y, a la vez, deficitario en fertilizantes –más de 10 millones de toneladas al año– e importe poco más de 4.2 millones de toneladas de insumos agrícolas, señaló José Antonio Alcaraz Álvarez, empresario que se dedica al comercio internacional de fertilizantes.
Dijo que actualmente, con un mercado cambiario volátil, los precios de los fertilizantes han aumentado y repercuten directamente en los costos de producción de pequeños y medianos agricultores mexicanos, los cuales llegan a pagar la tonelada de urea hasta en 6 mil 700 pesos.
Alcaraz Álvarez, quien también es vicecoordinador en la Ciudad de México del Frente con AMLO Unidos Podemos, señaló que, debido al alza de los precios de los distintos insumos, la falta de sistematización de la siembra, el uso generalizado e inadecuado de fertilizantes y la escasez de programas gubernamentales de apoyo a campesinos, como capacitación y acceso a prácticas agrícolas eficientes y sustentables, se ha propiciado una baja importante de los volúmenes de producción y calidad de alimentos básicos.
Afectados por agroquímicos, 50 por ciento de suelos
Actualmente, 50 por ciento de suelos del territorio nacional están afectados y debilitados por el uso intensivo e inadecuado de agroquímicos.
El también miembro de International Chamber of Commerce e International Fertilizer Association comentó que la compra de una planta de fertilizantes de Coatzacoalcos, Veracuz, y la cuantiosa inversión que prepara Petróleos Mexicanos para su funcionamiento es solamente una muestra más de cómo se ha concentrado el poder económico en México en manos de unos cuantos, representados por el gobierno federal, desde 1991, año en que se privatizó Fertimex, dejando al país hundido, con un déficit de millones de toneladas de fertilizantes al año.
Consideró que Andrés Manuel López Obrador es el único político que ha hecho señalamientos concretos sobre el sector energético y la producción de fertilizantes en México
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Sostuvo que reactivar la producción de fertilizantes abriría la competencia, beneficiando directamente al campo, lo que generaría crecimiento de la economía, como ha sucedido en Brasil, India y China en los pasados 10 años.