Ivonne Ortega Pacheco, aspirante a la candidatura presidencial del PRI, advirtió que los militantes priístas están lastimados y quieren un candidato surgido de sus filas. Insistió en que los métodos del siglo pasado (dedazo o imposición) ya no funcionan en el siglo XXI.

“Hay gran molestia entre la militancia; se han sentido lastimados y ayudaría mucho que podamos tener un candidato que sea militante del partido, que sea alguien que lo sintamos nuestro para que lo acompañemos –si no me favorecen– y toquemos la puerta (para pedir el voto en su favor)”, dijo.

En entrevista, la ex gobernadora de Yucatán ratificó su interés en contender y defender a los priístas hasta sus últimas consecuencias, aunque cuando se le preguntó si en su partido se está allanando el camino al secretario de Hacienda, José Antonio Meade, único externo con posibilidad de hacerlo candidato, respondió: Habrá que esperar la convocatoria y la reacción de los militantes.

Ivonne Ortega ha entregado a la dirigencia nacional del PRI varias propuestas, entre ellas que los aspirantes cuenten con un representante en las reuniones en las que se van a definir las bases de la convocatoria para quienes busquen una postulación del tricolor.

Igualmente, plantea que una vez definidas las convocatorias y el registro de aspirantes, la postura de los delegados, quienes determinarán quién será el candidato presidencial, se adopte mediante el voto directo y secreto en las entidades federativas.

Ortega acudió ayer al PRI para intentar pagar las cuotas partidistas que dejaron de cobrarle en enero pasado, cuando pidió licencia como diputada federal. Quiso dejar el dinero (unos 40 mil pesos, según dijo) en la caja del tricolor, sin éxito; luego fue a la Secretaría de Finanzas y, por último, envió una carta al titular del área, Luis Vega, para que le cobren, porque estar al corriente en las cuotas es requisito para inscribirse como precandidata presidencial.