on la amable colaboración de PAN, PRD y Movimiento Ciudadano (el frente que tanto ruido hizo en los temas del fiscal carnal transexenal y contra el voto secreto en la designación de un nuevo fiscal electoral), el PRI, es decir, Los Pinos, ha conseguido inmejorables condiciones para desahogar a su conveniencia el relevo del destituido Santiago Nieto Castillo: como en los sabadazos carcelarios, la colocación del nuevo fiscal especializado para la Atención de los Delitos Electorales se hará entre el 11 y el 15 de diciembre, ya por terminar el periodo ordinario de sesiones del Congreso y con el amortiguamiento político de la temporada de descanso conocida como Lupe-Reyes (del 12 de diciembre al seis de enero).

El fiscal de las posadas decembrinas será designado mediante votación secreta, según dijo ayer la prísta Ana Lilia Herrera, quien preside la mesa directiva del Senado. Sólo el combinado PT-Morena se opuso al diseño de ruta acordado en las tierras de cultivo generosamente irrigadas por Emilio Gamboa Patrón. Habrá, eso sí, un proceso público de convocatoria, registro de aspirantes, validación de los requisitos, comparecencia de los candidatos aprobados y votación… secreta. En la Junta de Coordinación Política, todos los partidos (previsiblemente, sin PT-Morena) tomarán una decisión que luego presentarán al pleno senatorial para su voto.

El acomedimiento de los opositores deja en el completo olvido la forma y el fondo del despido del fiscal Santiago Nieto Castillo, mediante un abierto atropello ejecutado para frenar el avance de indagaciones sobre el dinero de Odebrecht que habría llegado a la campaña de Peña Nieto por la vía de Emilio Lozoya, el ex coordinador de vinculación internacional de EPN de 2012, que luego fue director de Pemex.

Apacentar a los opositores legislativos suele conseguirse cuando se llega a acuerdos benéficos para las bancadas comprometidas en esas tandas congresuales (las cuotas o rebanadas del pastel). Los arreglos subterráneos podrían implicar, ahora, las fiscalías descabezadas por Peña: la electoral, la anticorrupción y la general de la nación (hoy PGR).

Ricardo Monreal presentará hoy su informe como jefe de la delegación Cuauhtémoc y el viernes se ha programado su primera reunión personal, en muy largo tiempo, con Andrés Manuel López Obrador, quien busca que el zacatecano no se vaya con la mafia del poder. Desde antes de que se fijara el viernes como la fecha del encuentro entre los morenistas (Monreal aún lo es, formalmente), el jefe delegacional había anunciado que un día después de presentar su informe habría de anunciar las decisiones sobre su futuro político.

Aun cuando en ciertos segmentos de Morena hay encono creciente contra Monreal, a quien acusan de traidor, desleal y oportunista, además de enfatizar los episodios oscuros de su paso por la Cuauhtémoc, con escándalos relacionados con manejo de dinero, e incluso facetas vinculadas con la gubernatura de Zacatecas, el pragmatismo de López Obrador intentará retenerlo para que no sea candidato del Frente Ciudadano por México a la jefatura del Gobierno capitalino (aunque Alejandra Barrales exige para sí esa postulación).

Monreal ha dicho que va a escuchar lo que le diga AMLO y que no lleva ninguna propuesta. Si el zacatecano se queda en Morena (se habla de la posibilidad de que se le ofrezca la presidencia del partido, cuando López Obrador sea formalizado como candidato presidencial), con ese movimiento se rencarrilaría Claudia Sheinbaum como una vigorosa apuesta para jefa del Gobierno capitalino, luego de un periodo, lleno de especulaciones, en que la delegada de Tlalpan ha estado en una especie de paréntesis electoral, bajo fuego de sus adversarios por temas relacionados con el pasado sismo, tanto en el colegio Enrique Rébsamen como en el Tec Ciudad de México.

El Instituto Nacional Electoral ha ampliado una semana el plazo para que los aspirantes a candidaturas independientes recolecten firmas electrónicas de apoyo y, en ciertos municipios sin adecuada cobertura tecnológica, directamente en papel. Cambiar así las reglas del juego, que establecían cierto número de días, significaría un reconocimiento del INE de que cometió fallas trascendentes en su sistema de captación de firmas electrónicas.

O, desde otro punto de vista, que dicho INE cedió a los intereses de los dos aspirantes más beneficiados por estos nuevos plazos: Margarita Zavala y Jaime Rodríguez Calderón, alias El Bronco, quienes, a pesar de las aceitadas, pero ineficaces estructuras de activismo de las que disponen, no han podido conseguir los respaldos deseados. Aspirantes a senadurías y diputaciones federales, como ya se ha escrito aquí, sí han conseguido firmas electrónicas en cuantía, con la misma aplicación que los presidenciales impugnan.

En otra lógica política (sin buscar el triunfo electoral) y con una base social organizada, en comunidades indígenas y zonas populares, Marichuy Patricio también es beneficiada con la posibilidad de conseguir firmas en papel en determinados municipios. A fin de cuentas, con estos arreglos de última hora (que incluyen la actualización de la aplicación de marras y más difusión en medios al proceso de los independientes), el INE abre la puerta a las especulaciones negativas y al riesgo de maniobras hildebrándicas o manuales que hagan inconfiables los resultados finales de esta fase electoral.

Y, mientras el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, ha incumplido gravemente su promesa de hacer justicia en el caso del asesinato de la periodista de La Jornada Miroslava Breach (el pasado 23 de marzo), pero Cambio 16, periódico de su administración, en una columna sin firma (https://goo.gl/DqAg5Q) ha saltado en defensa del derecho al honor de dicho mandatario, esbozando la posibilidad de iniciar acciones legales (malicia efectiva, sería la acusación) ante un análisis de Álvaro Delgado en la revista Proceso, titulado Caso Breach: Corral solapa narcopolítica del PAN (https://goo.gl/LPBNpu), ¡hasta mañana!

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