La incertidumbre ante la pérdida de su patrimonio está uniendo a decenas de familias afectadas por el sismo del 19 de septiembre en la zona de Villa Coapa, correspondiente a la delegación Coyoacán.

Tan sólo en las unidades habitacionales Girasoles I, II y III están dañados 17 edificios y 2 mil 300 personas afectadas, 60 por ciento de ellos adultos mayores, que duermen en campamentos en la calle o en casas de familiares, toda vez que, de acuerdo con la evaluación postsísmica emitida por Instituto para la Seguridad de las Construcciones de la Ciudad de México, 15 inmuebles se encuentran en semáforo amarillo, uno en rojo –para demolición– y otro colapsó.

La única propuesta que hemos recibido del gobierno es la reconstrucción con créditos, medida que rechazamos, ya que la consideramos inviable e impagable. Además, nuestras viviendas son de interés social y en ellas habitamos muchos de la tercera edad que recibimos pensiones precarias, dijo Montserrat Castells en conferencia de prensa.

Es inconcebible que un gobierno que dice representarnos se desentienda de nosotros en momentos en que la fatalidad ha transformado profundamente nuestras vidas, convirtiéndonos en damnificados, apuntó.

En el jardín Salvador Allende, en Canal de Miramomtes y Rancho Vista Hermosa, Castells expuso 14 peticiones con las cuales proponen convenir con las autoridades un programa urgente de reconstrucción, rehabilitación y reforzamiento de los edificios con recursos públicos, que cuente con el apoyo técnico, científico y económico de los gobiernos federal, estatal y delegacional, al que se incorporen las donaciones nacionales e internacionales, añadió.

Alejandra Guerrero expuso que una de las preocupaciones más sentidas de la comunidad es contar con un dictamen elaborado por un corresponsable de seguridad estructural, el cual tendrán que pagar los vecinos con un costo de entre 150 mil y 300 mil pesos para tener un informe detallado del estado que guardan los edificios.

La siguiente etapa es la reconstrucción, pero con qué vamos a reconstruir; nos hemos acercado a varias dependencias y en todos lados nos dicen que por ser de clase media no tenemos más que aceptar los créditos, dijo.