Se puso en marcha plataforma electrónica, informó
Miércoles 8 de noviembre de 2017, p. 34
Las personas con enfermedad terminal necesitan medicamentos para controlar el dolor, pero en México el acceso es limitado. Únicamente en 3 por ciento de las farmacias autorizadas se han vendido estos productos controlados. Por el nivel de consumo de morfina, principalmente, con 0.5 gramos per cápita, el país está más de 10 veces por debajo del promedio en América Latina, advirtió Julio Sánchez y Tepoz, titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Si bien la cobertura de estas terapias es insuficiente, debe recordarse –dijo– que hace cuatro años partimos de cero
con un problema grave de aparente carencia de opioides, en el cual intervienen varios factores: desde la falta de comunicación entre los laboratorios fabricantes, los distribuidores y las farmacias, hasta lo complicado que resultaba para los médicos obtener los recetarios especiales.
A partir de 2014 y con base en disposiciones dictadas por el Consejo de Salubridad General para mejorar el acceso a los tratamientos con opioides en los distintos niveles de atención, se tomaron diversas medidas, como la puesta en marcha de una plataforma electrónica para emitir recetarios y libros de registro, que permite determinar la ubicación exacta de las medicinas. Por ello ahora se sabe que a septiembre había 104 mil 169 unidades de morfina en el país, de las cuales 70 mil eran productos terminados en los laboratorios, 30 mil estaban en almacén y empresas distribuidoras y 3 mil 569 se encontraban en farmacias.
También es posible conocer la cantidad de recetas surtidas, con la certeza de que fueron prescritas por alguno de los 3 mil 664 médicos autorizados por la Cofepris. Éstos cuentan con 732 mil 800 recetas, de las cuales 198 mil 410 han sido validadas en las farmacias.
De estas cifras se desprende que el país cuenta con los medicamentos, pero todavía hay un reto en la distribución. Esto, a su vez, se explica por la falta de información entre médicos y pacientes. Los primeros no prescriben los tratamientos y por lo tanto, la demanda en farmacias sigue siendo baja, explicó Sánchez y Tepoz.
Ayer, el comisionado y Antonino de Leo, representante de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito firmaron un convenio por el cual México se une al programa global de sustancias controladas para fines médicos Acceso sin Exceso.