La mayoría de las piezas confiscadas proviene de Dallas
Lunes 30 de octubre de 2017, p. 11
El decomiso de armas a miembros del narcotráfico por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) disminuyó 43 por ciento en los primeros cuatro años del gobierno de Enrique Peña Nieto, en comparación al mismo periodo del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa.
De acuerdo con datos de la Sedena, de 2013 a 2016 se han incautado 41 mil 394 armas, mientras de 2007 a 2010 los militares lograron decomisar 97 mil 215 piezas durante el reforzamiento de la seguridad en toda la República.
En 2007, primer año completo de gobierno del ex mandatario panista, los elementos castrenses incautaron 9 mil 576 armas, mientras para el segundo año la cifra ascendió a 21 mil 47, para 2009 se decomisaron 32 mil 588 y en 2010 la cifra alcanzó 34 mil 4.
Con Peña Nieto el descenso es evidente, durante su primer año completo como jefe supremo de las fuerzas armadas, se logró decomisar 13 mil 810 armas durante la lucha contra los cárteles de la droga. Para 2014 la cifra bajó a 12 mil 18 armas, mientras que para 2015 sólo se incautaron 9 mil 368 y para 2016 únicamente 6 mil 198 armas.
México el máximo consumidor
En el Atlas de Seguridad y la Defensa de México 2016, realizado por el Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (Casede), México no destaca en el contexto internacional como productor o exportador de armas de fuego, posee una legislación restrictiva para la posesión de las mismas y ha suscrito todos los instrumentos internacionales dedicados a atender el problema de su tráfico ilícito, identificado como uno de los componentes del crimen organizado.
Sin embargo, estas medidas no han evitado la proliferación de este tipo de armamento debido a que existe un complejo panorama donde la impunidad, la violencia generalizada, la falta de voluntad política y la vecindad con Estados Unidos –principal proveedor de armas legales e ilegales a México– han incrementado la entrada de armas de forma ilegal.
Autoridades mexicanas han identificado que la mayor parte de las armas de fuego que han sido decomisadas provienen de las ciudades de Dallas, Houston y McAllen, en el estado de Texas, Estados Unidos, además de ubicar, al menos, 12 mil establecimientos de venta de armas en la zona fronteriza.