El escenario es inmejorable para el Gran Premio de Ciudad de México. El domingo, el británico de Mercedes, Lewis Hamilton, tiene todo a la mano para coronarse por cuarta ocasión como campeón de Fórmula Uno y alcanzar a su rival de esta temporada, el alemán Sebastian Vettel, de Ferrari. Este último deberá salir a atacar ferozmente en el autódromo Hermanos Rodríguez si quiere abrir una escasa esperanza –casi milagro– de mantenerse en la pelea por el título.

Las ecuaciones en la máxima categoría del automovilismo tienen tres principales modalidades: Vettel tendría que ganar en CDMX, pero entonces Hamilton sería campeón tan sólo consiguiendo un quinto lugar. Si el alemán llegara segundo, al británico le bastaría ser noveno para alzar el trofeo. Si Vettel acaba en tercero, le estaría regalando el campeonato.

Hamilton puede ya ponerse la corona tras una carrera (Austin) en la que, como tantas veces esta temporada, demostró nervios de acero, serenidad y dominio en la pista, analizó el diario británico The Guardian.

Hamilton ganó el año pasado en Ciudad de México y en 2015 logró un segundo puesto en el camino a su tercer título mundial. El Gran Premio mexicano, que regresó a la Fórmula Uno hace dos temporadas después de 23 años de ausencia, tendrá ahora por primera vez desde su retorno la posibilidad de ver la definición de un título en vivo y en directo. La mesa quedó servida tras la carrera en Austin.

Y todo está listo, pues los monoplazas que competirán del 27 al 29 de octubre ya están en la capital. El mexicano Sergio Pérez, de Force India, se encuentra entusiasmado de volver por tercera ocasión para competir en casa, en la antepenúltima fecha de la categoría.

Después de 17 fechas, Checo se ubica en la séptima posición del mundial de pilotos, pues ha sumado puntos en 14 carreras para llegar a 86 unidades y tratar de superar las 101 del año pasado.

El ex piloto Adrián Fernández consideró que será difícil que Checo pueda aspirar al podio en el Hermanos Rodríguez.