Lunes 2 de octubre de 2017, p. 22
Marilú Suvinaga y su esposo estaban en el tercer piso del edificio de la calle Balsas número 18, colonia Miravalle, cuando comenzó a temblar. Aunque bajaron corriendo, la puerta del edificio se atoró. Corrieron al estacionamiento para salir por ahí, pero en ese momento el edificio se desplomó, desapareciendo el estacionamiento y el primer piso.
Ella se acuclilló al momento del colapso y pudo salir por un túnel, pero su esposo no. Aunque fue rescatado con vida, murió en el hospital. Marilú pudo encontrar a su hija hasta la noche del 19 de septiembre, ya que la secundaria a la que acudía los dejó salir tras el temblor.
Ahora, los propietarios de este inmueble, donde murieron otras dos personas, resguardan sus pertenencias en un campamento instalado afuera de la zona de desastre y esperan que un director responsable de obra acuda para que evalúe los daños y se agilice la demolición.
Luciano Bautista también vivía en este edificio desde hace más de 20 años. Trabaja de médico en la delegación Azcapotzalco y cuando pudo llegar al lugar donde vivía, lo encontró destruido. Perdí mi rutina, mis cosas, mi casa y las autoridades sólo han venido a tomarse la foto
, dice mientras muestra los daños del lugar, que sólo le han permitido sacar su pasaporte y algunos papeles importantes.
Este lunes empieza a trabajar y Luciano quisiera rentar un departamento para poder volver a la normalidad y vivir con sus dos perros rescatados.
Ojalá el dinero que ha llegado del extranjero de verdad se utilice para la reconstrucción y no para el bolsillo de los políticos. No pido más
, finalizó.