Semanas antes del temblor, habitantes de la colonia Zacahuitzco denunciaron ante las autoridades de la delegación Benito Juárez que se realizaban trabajos irregulares en el edificio de Bretaña 90, que colapsó con el sismo del pasado 19 de septiembre.

A una construcción de tres pisos con planta baja le metieron dos pisos más, y lo que eran las salas de los departamentos se extendieron casi al ancho de la banqueta, lo que concentró el peso hacia adelante, hacia donde finalmente se derrumbó, explicó uno de los vecinos del lugar.

Los colonos solicitarán al Gobierno de la Ciudad de México que se haga un peritaje y se deslinden responsabilidades, pues hasta ahora las autoridades delegacionales han manifestado que procederán contra la constructora Dijon SAPI, pero nada han dicho de los servidores públicos que permitieron que se ampliara a seis pisos el inmueble ya deteriorado.

Con fotografías del antes y después del sismo, detallaron que el edificio no se encontraba habitado, pero quedaron atrapados los trabajadores que estaban por concluir las labores de remodelación de los departamentos, que se ofrecían en renta a través de una manta colocada en su fachada.

En el comunicado que emitió la delegación Benito Juárez, en la que hace responsable a la desarrolladora inmobiliaria por el colapso, las autoridades admitieron que se incrementaron niveles y se realizó la obra sin contar con manifestación de construcción y sin responsiva de un direc-tor responsable de obra y de corresponsables.

No se tiene la certeza de la calidad de los trabajos, situación por la cual se pudo destruir la construcción causando daño o alteración a la salud a personas, establecieron.

Los vecinos cuestionaron que a pesar de las denuncias las autoridades no hayan actuado al respecto y ahora reconozcan que la constructora no tenía el permiso, pero no digan nada de la omisión en que incurrió el responsable de supervisar este tipo de obras.