Juchitán, Oax.

Damnificados del terremoto del 7 de septiembre cuyas viviendas no han sido censadas informaron que los funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) enviados al Istmo de Tehuantepec no aparecen en ninguna de las oficinas que tenían asignadas en esta ciudad.

Mario Sánchez López, damnificado de la novena sección, ha recorrido desde el jueves el Foro Ecológico de Juchitán, donde inicialmente montaron sus oficinas, al igual que las instalaciones del Centro Educativo y Cultural de Oaxaca (Ceceo), y tampoco.

En el foro me dijeron que ya no estaban, que el pasado miércoles supuestamente un grupo de personas los amenazaron y por eso se fueron; no lo sabemos, estamos preocupados y hasta molestos por esta situación. Mi casa no pudo ser tomada en cuenta a pesar de que tenemos grietas en paredes, pisos y techos, dijo.

En el Instituto Tecnológico del Istmo, convertido en el albergue más grande de la ciudad, decenas de personas entran y salen en busca de información, pero nadie sabe decirles sobre el paradero de los funcionarios, entre ellos el delegado de Sedatu en Oaxaca, Elpidio Concha.

Martha Gutiérrez Sánchez, otra damnificada de Juchitán, arribó desesperada a las instalaciones de la universidad Ceseo, donde también estuvieron concentrados los primeros días los funcionarios y brigadistas de la Sedatu, pero tampoco estaban.

A María se le cayó su casa y no ha podido censarla porque el día del terremoto se encontraba en la Ciudad de México, y al regresar no encontró ni funcionarios ni brigadistas.

Otros damnificados exigieron que se les tome en cuenta por las afectaciones que han sufrido sus viviendas a causa de las constantes réplicas. Una de las más fuertes, de 6.1 grados, ocurrió el 23 de septiembre, pero ya no hay quienes tomen registro por estas afectaciones.

Las autoridades de Sedatu no han informado nada sobre si los trabajos de censo continuarán dadas las nuevas afectaciones. Sólo han dicho que en 10 días comenzarán a entregarse tarjetas electrónicas para los damnificados cuyas viviendas sí fue-ron censadas.