Lejos de reflectores, los vecinos se ayudan solos, pero exigen solución
Miércoles 27 de septiembre de 2017, p. 17
Asentadas sobre una falla geológica, que se activó durante el sismo del martes 19, viviendas de las colonias Cananea, El Molino y La Planta –en los límites de Iztapalapa y Tláhuac– se hundieron y partieron en dos a causa de una enorme grieta.
No hay víctimas, por lo que sus habitantes se encuentran lejos de los reflectores y del apoyo multitudinario dado en otros puntos afectados por el sismo. La propia comunidad se ayuda.
En el centro de acopio de la unidad habitacional Cananea sólo hay agua embotellada y ropa usada, pero tienen un diagnóstico puntual sobre los daños causados: 12 viviendas inhabitables, que deberán ser reubicadas, y 36 con afectaciones mayores.
Entre ellas se encuentra la casa de Graciela Romero, quien junto con su hija sintió como se hundió su vivienda, en Piraña número 30: Se partió la plancha del piso, nos detuvimos de un alambre, no pudimos salir hasta que llegó un vecino a ayudarnos. Después se cayó la fachada
.
Otras aún sin contabilizar se encuentran en La Planta, donde la grieta colapsó los cimientos de las viviendas, que se mantienen en pie, pero apuntaladas con polines, como en el corredor de Molino-Arrocero, donde un símbolo distingue la condición en que se encuentran: cruz significa que es inhabitable; triángulo con raya abajo es daños reparables y triángulo solo, habitable.
Vinieron de la delegación y nos ofrecieron 3 mil pesos para renta durante tres meses, pero no nos dan una solución. Hay incertidumbre de qué va a ocurrir con nuestras casas. Si las tiran, qué haremos
, inquirió María Acosta, quien vive en el lote número 30, desde hace más de 20 años.
A unos pasos, se encuentra la unidad habitacional El Molino. De los 16 edificios que la integran, la mitad fue desalojada. Sus moradores acudieron al Infonavit, donde les indicaron que sólo atenderán a quienes estén al corriente de sus pagos, y no a los que compraron como terceros o estén rezagados.
Mariano Salazar, de la Cananea, detalló que la falla geológica es de 3 kilómetros de largo y atraviesa varias colonias, cuyas calles están cerradas por las grietas, por lo que el problema no se resuelve con 3 mil pesos de renta, 30 mil pesos para arreglos superficiales o los 80 mil pesos que ofrecen para reconstruir las viviendas.
Proponemos que haya coordinación con expertos de universidades para encontrar la solución, y poner un programa de vivienda en riesgo
, apuntó.