Las Vegas.

Los boxeadores Saúl Canelo Álvarez y Gennady GGG Golovkin se presentaron ante el público de Las Vegas, donde el sábado pelearán por la supremacía entre los pesos medianos.

Frente a unas 400 personas y un grupo de mariachis, Álvarez aseguró que iba a buscar noquear desde el principio del combate.

Me preparé para noquear, voy a salir a eso, en cualquier momento de la pelea puede pasar. Lo que yo quiero es la victoria, expresó el tapatío de 27 años; siempre me preparo para ganar y el sábado lo que me interesa es salir con la mano en alto.

En mayo de 2016, Canelo defendió con éxito el título de los medianos del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) ante el británico Amir Khan, a quien venció por nocaut, y el mes pasado derrotó con facilidad a Julio César Chávez júnior por decisión unánime.

El combate contra Golovkin se convirtió en una afrenta para el pelirrojo, quien después de vencer a Khan dijo que estaba listo para enfrentar a cualquiera y retó a Golvokin, quien estaba entre el público. Uno de los momentos más álgidos fue cuando el Canelo renunció al cinturón mediano del CMB, porque argumentó que fue presionado por el organismo para enfrentar a Golovkin, pero que no podía aceptar el compromiso pues en ese momento afrontaba un pleito legal en Miami.

Después de apabullar a Chávez junior, anunció que el combate contra el peleador kazajo estaba confirmado y que ahora podían decidir quién era el mejor boxeador del momento.

Esta pelea va a marcar la historia de mi carrera, afirmó Álvarez. Sí, se ha vuelto personal, se ha esperado mucho tiempo por nuestro enfrentamiento; voy a dar todo de mí para que mis aficionados salgan contentos, concluyó.

Golovkin, por su parte, fue mucho más mesurado. Abucheado por la afición, de clara mayoría mexicana y que apoyaba a Álvarez, el kazajo, que el sábado defenderá su título de campeón del mundo en peso mediano del CMB, dijo que se sentía fantástico.

Este es un duelo muy importante, no sólo para mí, sino para el boxeo; es la pelea más grande de nuestro deporte, me siento fantástico de estar ahí, manifestó el boxeador de 35 años. A la pregunta de si intentaría convertir los abucheos en aplausos, Golovkin aseveró que por supuesto que deseaba eso, aunque dejó claro que respeta a todos los aficionados, porque por encima de la simpatías personales, son aficionados al boxeo.

Creo en mí, el sábado veremos quién es el número uno, zanjó Golovkin. Insistió que será una pelea mexicana, pues durante esta promoción ha dicho que su estilo proviene del boxeo que caracteriza a los mexicanos. El kazajo es entrenado por el tijuanense Abel Sánchez.

Abel hace que saque ese estilo de boxeo clásico mexicano. Me encanta eso al igual que la comida y también las tradiciones mexicanas. Vivo rodeado de ellas, comentó.